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La Smart Food o comida inteligente, es una nueva tendencia centrada en llevar una alimentación saludable incluso cuando el trabajo no te permite perder tiempo en la cocina.
Este concepto quiere fomentar la idea de que en aquellos días en los que haya que saltarse una comida tradicional, lo hagamos pero de una forma equilibrada y saludable.
Y es que las prisas muchas veces hacen que comamos snacks y otro tipos de alimentos nada sanos, o incluso que nos quedemos sin comer, y eso para el organismo no es nada bueno.
Así es la Smart Food
Smart Food quiere enseñarnos a ingerir, mediante productos como batidos o barritas, la cantidad adecuada de nutrientes y calorías que cada organismo necesita.
Esta tendencia posee un doble objetivo:
- Poder hacer un menú rápido sin dejar de realizar la tarea que hacías.
- No malgastar comida, comer únicamente lo necesario.
Las compañías que fomentan la Smart Food han investigado con el fin de aportar las necesidades nutricionales, y es que este tipo de alimentos se define por estar elaborados con ingredientes naturales y saludables.
El smart food no tiene relación con los llamados batidos dietéticos, ni con la comida sustitutiva. Para ello hay que entender dos cosas muy importantes:
- Los sustitutos alimenticios se basan en dietas de bajas calorías, por tanto, no aportan la energía suficiente necesaria para afrontar el día una persona media.
- Tampoco tienen nada que ver con las barritas energéticas, que tienen otra función diferente: aportar un tipo de nutriente concreto a las personas que hacen más ejercicio del habitual.
La función de la Smart Food pretende ser un sustituto razonable y completo de una de las comidas que hacemos al día. Este tipo de alimentación no pretende dar ni más ni menos que la energía necesaria para nuestro organismo.
Datos actuales sobre la alimentación inteligente
Satislent, empresa dedicada a este sector, informa de que los consumidores de dicha nutrición inteligente tienen entre 25 y 35 años, y son profesionales del sector tecnológico y estudiantes.
Además, según sus datos el consumo que realizan de smart food queda así:
- 72 % comidas
- 68 % desayuno
- 42 % cena
- 31 % snacks
Tal y como demuestran los datos de Satislent, cada persona encuentra el momento del día adecuado para consumir de esta forma:
- Los que lo prefieren de mañana explican que es un desayuno rápido que les aporta energía para la mañana.
- “Otros prefieren utilizarlo en la comida para evitar el bocadillo de oficina", apuntan desde Satislent.
- Otros encuentran su momento como merienda-cena, alargando así sus tardes y evitando cenas pesadas.
- También existe la opción de usarlos como snacks ya preparados para un día de excursión.
El objetivo de dicha tendencia es evitar caer en la tentación de caer en la comida rápida o de no comer cuando no tenemos tiempo ni ganas para cocinar o comprar.
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El caso es que los fabricantes también aseguran que este es un producto indicado para momentos puntuales, y no para consumir a diario. Bien es cierto que se trata de un alimento ultrapocesado, y había que entrar a verificar su sostenibilidad al 100 %.
Lo cierto, es que se evita ese despilfarro de comida, pues al ser alimentos en batidos o barritas, por su tamaño, no van a acabar por ser malgastados.
“En este contexto, la smart food da respuesta a este problema y se erige en un modelo de consumo respetuoso con el medio ambiente y apto para una dieta equilibrada”, según apuntan desde Satislent.
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