En Venezuela ya casi están acostumbrados a la falta de combustible, electricidad, alimentos y todo tipo de productos, pero la carencia de agua ha terminado de desesperar a la población.
Es curioso la de gente que lleva puesta la mascarilla. Parecía que la mayoría de la población iba a echarse a las calles luciendo sonrisas, como proponía la ministra de Sanidad. Pero la reacción de la ciudadanía ha sido más cauta de lo que se podía esperar.
La nueva variante lambda del covid supone un nuevo peligro para la desescalada europea. Los expertos ya prevén que se va a situar como la nueva cepa dominante.