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La Cátedra contra el Estigma de la Universidad Complutense de Madrid-Grupo 5 lanzó la campaña 'Hablemos de estigmas' para romper ideas preconcebidas y acercar la realidad que viven las personas con un trastorno del comportamiento alimentario (TCA), es decir, con los trastornos alimentarios que tanto daño causan.
Para ello, los pacientes Nana, Leia, Julia, Eloy, Alexia, y Laura, que presentan trastornos alimentarios, relatan sus vivencias en 'El Libro de Microestigmas', relatando su historia en forma de viñetas, que han sido diseñadas por la artista Dommcob.
Los estigmas causan un daño muy grave y profundo a las personas que sufren trastornos alimentarios
Este libro pretende concienciar sobre el estigma social que sufren los pacientes con TCA y que quiere erradicar comentarios como estos: “Sonríe, que la vida es bella y ser feliz es fácil”, “Si quisieras ya estarías bien”, “Pues no parece que vayas a un centro de día por trastorno del comportamiento alimentario, ¡pero si estás rellenita!”.
Según los creadores de la campaña, "este tipo de comentarios etiquetan, ponen el peso en la persona que padece trastornos alimentarios y no en su sufrimiento y en el malestar que sienten, sin que los demás lo sepan".
Por su parte, los pacientes con trastornos alimentarios utilizan estas viñetas para pedir que la sociedad esté informada. "Si supiesen lo que es estar ingresado, pasar tu adolescencia metido en un hospital 9 horas al día, perdiéndote planes, creemos que no harían estos comentarios”.
“Los trastornos alimentarios son un intento fallido de resolver algún problema emocional que nada tiene que ver ni con la comida ni el cuerpo. El síntoma se convierte en su solución al malestar emocional y el reto del tratamiento es dar respuesta a aquellos conflictos internos que pueden ser de diversa índole: postraumáticos, conflictos familiares no resueltos o rasgos de personalidad que generan sufrimiento. De ahí la importancia del trabajo interdisciplinar que ayude a encontrar respuestas al sufrimiento”, concluyó Diego Solano, director de los centros especializados en trastorno del comportamiento alimentario de Ita Sevilla.
Las redes sociales e Internet son cuchillos afilados para este tipo de trastorno
Y es que hemos llevado el culto al cuerpo perfecto a un extremo que no corresponde. Los y las influencers, el bullying cada vez más presente y factores biológicos están ocultos en los TCA.
Además, las redes sociales han llevado a provocar nuevas patologías, pues los usuarios de las redes sociales modifican su dieta según lo que ven en los perfiles de aquellos a los que siguen, y así lo desvela una investigación reciente de la Universidad de Aston, en Birmingham.
Los filtros, los retos totalmente peligrosos de estas redes sociales sobre delgadez extrema o trucos para adelgazar más rápido o disimular los trastornos alimentarios no son otra cosa que armas altamente peligrosas que revitalizan esos estigmas contra los que tenemos que luchar.
Y es que debemos tener claro que los TCA tienen mucho que ver con lo físico y lo mental, y que cuando se le quiere dar solución hay que seguir tratamiento con muchos profesionales, como psiquiatras, psicólogos y nutricionistas.
Según la Confederación de Salud Mental España, unas 400.000 personas tienen problemas de salud mental relacionados con los trastornos alimentarios, y el 90 % de los casos son mujeres, aunque en los últimos tiempos se está dando un ligero repunte en hombres, que desarrollan comportamientos obsesivos con el ejercicio, abuso de sustancias, que derivan en TCA de vigorexia y anorexia. Por tanto, nos encontramos ante un problema que no para de crecer como la espuma, y con el que la sociedad tiene que contribuir para frenarlo.
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