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Davos (Suiza), 24 ene (EFE).- El presidente de Brasil, Michel Temer, dijo hoy que "Brasil ha vuelto" y ha emergido de la recesión económica más severa jamás vivida, ahora "es más próspero y abierto" y ofrece "más oportunidades para inversiones, el comercio y los negocios".
Temer promovió durante un discurso ante el Foro Económico Mundial un país reformado, abierto y con las bases económicas necesarias para volver a atraer a inversores.
Temer señaló que la inflación está de nuevo bajo control al situarse por debajo del 3 %, los tipos de intereses han alcanzado su nivel "más bajo" con un 7 % y las empresas controladas por el Estado vuelven a registrar beneficios.
Asimismo, Brasil registró en 2017 un superávit comercial de más de 60.000 millones de dólares y el flujo neto de entrada de inversiones directas en Brasil alcanzó 64.000 millones de dólares, en tanto que el riesgo país ha bajado a no más de 200 puntos.
"Todo esto lo logramos en no más de un año y ocho meses en el Gobierno. Hemos conseguido cambiar drásticamente la cara de Brasil, con reformas y al modernizar y actualizar la economía, el entorno empresarial, el mercado laboral, y mejorar las prácticas de gestión pública y la administración de entidades estatales", afirmó.
El presidente de Brasil dijo que su Gobierno tuvo que "hacer frente a una crisis que heredó y que rechazó "los atajos falsos" del Ejecutivo anterior.
"El populismo pasado nos ha dejado con el legado de una grave crisis fiscal", señaló en referencia al Gobierno de la destituida Dilma Rousseff, y subrayó que ahora se controla las cuentas con la medida que limita el gasto gubernamental durante 20 años.
Dijo que su Gobierno ha implementado reformas para mejorar la productividad económica e impulsar la competitividad, para lo que puso de ejemplo la reforma laboral.
En cuanto a las inversiones, Temer quiso dejar claro que el país ha eliminado decenas de obstáculos burocráticos o se han alineado normas para facilitar las importaciones y exportaciones y la apertura y el cierre de empresas.
Aseguró además que se han reforzado la autonomía de los reguladores y se han aplicado normas "objetivas" para la gobernanza del sector petrolero y gasístico, por lo que el Estado ya no tiene que participar a través de Petrobras en ciertas operaciones.
Temer no mencionó en su discurso la corrupción, pero fue preguntado por esta cuestión y respondió que las instituciones de Brasil "trabajan muy adecuadamente" para luchar contra esta lacra, y en el país existe una "clara y absoluta separación" de los poderes.
"Cuando hay una condena, las penas y las sentencias se aplican", recalcó, y aseguró que los inversores saben que las instituciones trabajan adecuadamente y ello genera "certidumbre contractual".
Temer rechazó además el "proteccionismo", porque su Gobierno actúa para "integrar a Brasil cada vez más e la economía global", y apoya un sistema basado en las normas.
Destacó la cooperación con los socios del Mercosur para eliminar barreras comerciales, firmar acuerdos de inversión y de licitaciones, y para negociar tratados comerciales.
Temer quiso descartar un retroceso en las reformas de Brasil tras las elecciones de octubre, al afirmar que "los votantes saben muy bien" que éstas genera crecimiento, empleo y beneficios económicos y sociales, y que "los principales actores políticos y económicos coinciden en que no hay alternativa.
Temer dijo además que aún quiere que el Congreso apruebe la reforma del sistema de seguridad social y que antes del fin de año quiere "alinear" el sistema tributario para "facilitar la vida a los negocios, trabajadores y ciudadanos".
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