23/07/2019 - 10:42
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La Policía Nacional ha conseguido desmantelar una red criminal que ha tenido bajo su control durante varios años a mujeres transexuales de origen venezolano y colombiano.
La llamada operación Dinastía o Zalhinca, en la que la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación ha conseguido desmantelar una organización internacional que se ha dedicado a explotar a cientos de mujeres transexuales durante varios años.
Gracias a que dos de las mujeres transexuales explotadas y agredidas se atrevieron a denunciar, desde Madrid y Valencia respectivamente, se comenzó con las investigaciones pertinentes. Ha habido seis detenidos y ocho víctimas liberadas.
Así era la realidad a la que se enfrentaban las mujeres transexuales
Las que llevaban la mafia, eran una pareja de novias, dos venezolanas de 34 y 35 años que también ofrecían sus cuerpos para tener relaciones sexuales con clientes que ellas escogían.
En esta red de mafia, las víctimas también eran venezolanas, y en menor medida colombianas. Eran antiguas capturadas para esta red de trata de personas, y se encargaban de "atraer" a otras mujeres transexuales de entre 20 y 30 años prometiéndoles grandes beneficios.
Los "captadores" que seguían siendo explotados, enviaban dinero a las mujeres transexuales para que viajases a España como turistas, y así poder ocultar la identidad de los miembros de la trama criminal.
Al llegar a nuestro país, las mujeres transexuales eran recluidas en pisos turísticos, se les retiraba la documentación y el dinero y les daban de bruces con las verdaderas condiciones laborales.
"Debían estar disponibles las 24 horas todos los días de la semana y obligadas, además, a consumir drogas con los clientes"
Las mujeres transexuales estaban controladas y vigiladas en todo momento. Les amenazaban igual que a sus familias. No podían ser liberados hasta que no pagaban la deuda contraída, que incluso podía alcanzar los 15.000 euros. No contentos con eso, les cobraban por la habitación, la comida, etc.
Las mujeres transexuales recalaban en Madrid y Barcelona hasta que saldaban parte de la deuda y mostraban obediencia. Entonces las llevaban a otros puntos de España durante unos 20 días para abarcar mayor clientela.
De los seis detenidos, tres cayeron en Madrid (en la calle de la Cabeza), entre ellos los líderes de la red –que ingresaron en prisión– y otros tres en Barcelona. Ocho víctimas fueron liberadas.
La prostitución de mujeres transexuales es más cara
Los servicios sexuales ofrecidos por mujeres y hombres transexuales en comparación con los que otorgan la prostitutas, son más caros. Según los datos conocidos por las investigaciones policiales, en pisos vacacionales una hora puede llegar a costar los 300 euros, sin incluir extras ni peticiones especiales eróticas ni drogas, que de solicitarse, engordan el precio.
Si fuese una prostituta la que realizase esta labor, tendría que tener unas diez relaciones, normales, cobradas a 20 o 30 euros por cada una, para poder alcanzar el precio que se paga con un transexual.
Muchas de las mujeres transexuales con las que las mafias trafican, se encuentran en el parque del Oeste, la Casa de Campo o el polígono Marconi en Villaverde.
Se estima que los hombres y mujeres transexuales explotados en la operación Dinastía, acabaron en Dubai en hoteles de lujo, corriendo el riesgo de acabar en la cárcel o de incluso perder la vida.
El único objetivo que tienen es el de ganar el máximo dinero posible en el menor tiempo para poder regresar y volver a la misma tarea. Y es que la sociedad no les facilita la integración, así lo aseguró Marlene, transexual del polígono Marconi.
El oscuro negocio de la prostitución que ha dejado la calle para hacinarse en pisos turísticos convertidos en macroburdeles
Desde hace tiempo la prostitución abandonó las calles para "esconderse" en viviendas. Esta situación le otorga la impunidad a las mafias, convirtiendo a las víctimas de la trata más vulnerables todavía.
Lo última novedad son los pisos turísticos, donde por primera vez ha sido desmantelada esta red criminal que ha tenido bajo su control durante años a cientos de hombres y mujeres transexuales venezolanos y colombianos.
En nuestro país la prostitución es una actividad alegal que obliga a la víctima a denunciar a su extorsionador, y si ya resulta muy difícil luchar contra la prostitución, y más cuando se han "escondido" de esta manera con macroburdeles vérticales como el de Delicias, lo es aún más cuando el explotado es un transexual.
Se mueven en un círculo muchísimo más cerrado en el que ellas mismas se marginan y autoexcluyen. Además del miedo a las mafias que las someten, como a todas las personas en su misma situación, suelen callar por vergüenza las amenazas, las vejaciones, los golpes, las violaciones... Por los tópicos, los prejuicios y el temor a que no las crean si se atreven a prestar testimonio, sobre todo, ante un juez.
Las mafias no dejan de buscar nuevos métodos para que se les permita actuar con mayor impunidad y poder seguir así sacando partido a estos negocios tan oscuros.
Existen muchos particulares que alquilan sus pisos al mejor postor. Estos conocidos pisos turísticos ilegales, facilitan el negocio de estas mafias, ya que el que va a alquilar la vivienda no tiene ni que dar el DNI, ni nada, solamente entregar el dinero.
Al ser todo en negro, se complica la tarea de investigación que la Policía y la Guardia Civil realizan para combatir estas prácticas ya que se producen en un domicilio privado. Este es inviolable y solo se puede entrar en él con una orden judicial. Por ello, muchas causas, desgraciadamente solo se quedan en agua de borrajas.
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