España lidera la transformación hacia una gestión circular del agua

El cambio climático es una realidad innegable que afecta la disponibilidad del agua manifestándose en episodios meteorológicos extremos como inundaciones y sequías con mayor frecuencia. En este momento crucial, la gestión del H20 requiere un impulso definitivo hacia un modelo circular. Es imperativo reducir la dependencia de la lluvia, diversificar las fuentes de abastecimiento y preservar este recurso vital para la vida y el planeta.

El 22 de marzo se destacó el papel crucial del agua en la estabilidad y el progreso de las sociedades, bajo el lema "Agua para la paz". La cooperación entre comunidades y países es fundamental para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6 de la Agenda 2030, garantizar su acceso universal y al saneamiento para todas las personas.

El desafío del agua en España

De acuerdo con Naciones Unidas, en el actual contexto de crecimiento poblacional y demanda de alimentos, se estima un aumento de entre el 20 % y el 30 % en las necesidades de recursos hídricos para el año 2050. España se encuentra entre los países más afectados por el cambio climático, siendo Cataluña y Andalucía las regiones más impactadas en la actualidad por la escasez de H2O.

Ante este desafío, es cada vez más evidente la necesidad de promover la regeneración del agua, que implica un tratamiento avanzado de las aguas residuales para su reutilización con altos estándares de calidad. Esto permite devolverla a la naturaleza o utilizarla en nuevas aplicaciones como la agricultura, el riego de áreas verdes, la limpieza urbana y las necesidades industriales.

Agbar, una empresa del grupo Veolia, se destaca a nivel mundial por su compromiso con la transformación ecológica. En todas sus operaciones, prioriza los principios de la economía circular, utilizando nuevas tecnologías y la digitalización como pilares clave de su estrategia.

Compromiso

El compromiso del grupo con la reutilización de esta sustancia se destaca en el área metropolitana de Barcelona, que enfrenta una emergencia por sequía. Actualmente, el 25 % de la demanda total en esta región se satisface utilizando aguas regeneradas para fines agrícolas, industriales y urbanos.

La ecofactoría del Baix Llobregat en Barcelona, situada en una de las fuentes principales para la región, se ha convertido en una verdadera fábrica hidráulica regenerada la cual se devuelve al medio ambiente en gran medida. Después de ser tratada y convertida en prepotable, vuelve al río, estableciendo un ciclo continuo que reduce la dependencia de la lluvia. Luego, una planta potabilizadora la recoge aguas arriba para continuar su tratamiento y distribuirla a través de la red de suministro.

Resiliencia hídrica en el río besós

Además, se utiliza para inyectar en pozos locales con el fin de reducir la intrusión salina y mejorar la calidad del agua subterránea. También se emplea en diversas actividades, como la limpieza de calles, el riego de parques y jardines en varios municipios cercanos, y la agricultura. Ahora, la compañía está considerando replicar este modelo en el río Besós, que bordea la ciudad de Barcelona, con el objetivo de avanzar hacia la sostenibilidad y garantizar la resiliencia hídrica para los más de 5 millones de habitantes de la región metropolitana.

La colaboración continua con las autoridades y los actores locales ha sido fundamental en el camino de la empresa, marcando un ejemplo claro. Es esencial continuar promoviendo acciones colectivas transformadoras para avanzar hacia un modelo de gestión del agua más sostenible, resiliente e inclusivo para las nuevas generaciones.