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Repsol e Iberia han suscrito un convenio para desarrollar programas y actividades conjuntas, con el fin de posicionarse como “actores relevantes en la transición energética” y avanzar en los objetivos de desarrollo sostenible.
Ambas avanzan en el compromiso de sostenibilidad que han adquirido
El convenio contempla la realización de programas y actividades conjuntas en ámbitos como el desarrollo de combustibles para aviación de bajas emisiones de carbono, la producción de electricidad e hidrógeno renovable para descarbonizar la flota de vehículos de Iberia y la transición ecológica hacia instalaciones más sostenibles a través de nuevas tecnologías basadas en inteligencia artificial.
El presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, ha afirmado que el acuerdo con Repsol es “completamente estratégico para que Iberia pueda avanzar en el compromiso de sostenibilidad que ha adquirido” y considera que supone una apuesta de futuro por “la investigación y el desarrollo de combustibles para aviación de origen sostenible, la transición ecológica de nuestros equipos en aeropuertos y una gestión más eficiente de nuestras instalaciones”.
Se entiende por movilidad sostenible el conjunto de procesos y acciones orientados a que el desplazamiento de personas y mercancías que facilita el acceso a bienes, servicios y relaciones, se realice con un impacto ambiental positivo o en todo caso con el menor impacto ambiental posible, contribuyendo, de esta manera, a la lucha contra el cambio climático, al ahorro y a la eficiencia energética, la mejora de la salud pública y a la reducción de la contaminación acústica y atmosférica.
Con el objetivo de lograr una movilidad más sostenible
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, afirmó que el convenio facilitará su objetivo de ser “una compañía cero emisiones en 2050”. “Repsol tiene la capacidad de ofrecer una respuesta global a las necesidades de un sector como es el de la aviación, que requiere una solución multi energética para cubrir su demanda de energía, tanto en tierra como en aire, donde la electrificación presenta dificultades”, sostuvo el directivo.
La suscripción de este convenio implica la formación de un grupo de trabajo, formado por representantes de las dos empresas, que permitirá concretar “las actividades y proyectos de futuro con el objetivo de lograr una movilidad más sostenible y una gestión energética más eficiente”.
El desafío más importante al que se enfrenta la humanidad
La transición ecológica se considera el desafío más importante al que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI para resolver el problema del calentamiento global. La capacidad del sistema terrestre para absorber las emisiones de gases de efecto invernadero ya está agotada y, según el Acuerdo Climático de París, las emisiones actuales deben detenerse por completo para 2040 o 20507.
A menos que se produzcan avances en las tecnologías de captura de carbono, esto requiere una transición de energía hacia la eliminación de los combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural, el lignito y el carbón. Esta transición energética también se conoce como descarbonización del sistema energético. Las tecnologías disponibles son: el combustible nuclear (uranio) y las fuentes de energía renovable eólica, hidroeléctrica, solar, geotérmica y marina.
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