Traumas de la infancia: aumenta el riesgo de desarrollar problemas de salud mental de adultos

La salud mental ha empezado a convertirse en una prioridad. Con el aumento de los casos en trastornos psicológicos y emocionales, en gran parte derivados de la pandemia que atravesamos en 2020 y de la ruptura de tabúes sociales, cada vez existe una mayor consciencia sobre el cuidado de esta parte de nuestra salud hasta ahora completamente olvidada y desatendida por la gran mayoría.

Desde campos como la neurociencia, la psiquiatría o la psicología, se busca dar respuesta a los problemas de salud mental que las personas puedan llegar a desarrollar, así como tratamientos eficaces que mejoren la vida de las personas que conviven con uno. En este trabajo intenso por encontrar respuestas, un grupo de investigadores que ha realizado el primer metaanálisis que busca encontrar conexiones entre los traumas psicológicos y patologías mentales que se presentan en un diagnostico transversal.

La salud mental y los traumas en la infancia

Este potente estudio, liderada por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), en Barcelona, ha publicado recientemente su trabajo en la revista científica 'European Archives os Psychiatry and Clinical Neuroscience', en el que han podido demostrar que los traumas vividos durante la infancia, triplican las posibilidades de desarrollar patologías graves en en el ámbito de la salud mental.

No han llegado a esta conclusión a la ligera. El estudio recopiló 93.000 casos en los que se veía una implicación directa de haber atravesado un trauma psicológico en la infancia y la posibilidad de que esto condujese a problemas de salud mental en la etapa adulta de la persona. Además, para este metaanálisis y realizaron hasta 14 revisiones antes de publicar los resultados finales, en los que no solo pudieron observar que el papel de los padres en estos primeros años es fundamental, sino también en la aportación de otros 3 marcadores clave que pueden potenciar estas patologías.

Los 3 principales marcadores

Las conclusiones de estas investigaciones, determinan que tanto el abuso, como la negligencia o el acoso durante los primeros años de nuestra vida, son la base para explicar gran parte de los trastornos o problemas de salud mental que podemos mostrar de adultos. Este tipo de situaciones, que generalmente podemos identificar como violentas, puede llegar a causar daños a nivel cerebral, así como secuelas físicas e importantes marcas emocionales que son más difíciles de percibir.

En el caso del abuso, estamos hablando de aspectos como el abuso físico, emocional y también sexual. Normalmente, este tipo de situaciones lleva a la persona a desarrollar un trastorno de ansiedad, y en caso graves, también se ha visto relacionado con la psicosis, trastornos obsesivo-compulsivos o incluso el trastorno bipolar.

Las cifras son bastante reveladoras cuando se habla del incremento de posibilidades de sufrir trastornos en nuestra salud mental, como el de límite de la personalidad, que se incrementa hasta en 15 veces si la persona que lo vive ha sufrido alguna de estas situaciones violentas durante su infancia. Por supuesto, estos son resultados sacados de un estudio, si considera que necesita un diagnóstico es necesario acudir a un especialista.