La tundra ártica comienza a liberar CO2 tras siglos de almacenamiento

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19/01/2025 - 08:00
Un grupo de caribúes del Ártico occidental recorre un sendero invernal entre los pueblos de Selawik y Ambler (Alaska)

Lectura fácil

La tundra ártica es un bioma caracterizado por un ecosistema frío y extremo que se encuentra en las regiones polares del hemisferio norte, principalmente en el Ártico. Es conocido por sus temperaturas muy bajas, suelos permanentemente congelados llamados permafrost y su vegetación escasa y adaptada a condiciones hostiles.

Principales características de la tundra ártica

  1. Clima frío: Las temperaturas en invierno pueden descender a -40 °C o menos, mientras que en verano rara vez superan los 10 °C.
  2. Permafrost: Gran parte del suelo permanece congelado durante todo el año, lo que limita el crecimiento de las plantas y la penetración de raíces.
  3. Vegetación adaptada: La flora incluye musgos, líquenes, arbustos enanos y hierbas que sobreviven en suelos pobres y condiciones de frío extremo.
  4. Fauna resistente: Animales como osos polares, renos, zorros árticos, liebres árticas y aves migratorias han desarrollado adaptaciones específicas para sobrevivir en este entorno.
  5. Estación corta de crecimiento: El verano dura unas pocas semanas, lo que limita el tiempo para que las plantas crezcan, florezcan y se reproduzcan.

Importancia de la tundra ártica

  • Regulación climática: Actúa como un sumidero de carbono, ya que su suelo y vegetación almacenan grandes cantidades de dióxido de carbono.
  • Biodiversidad única: Alberga especies adaptadas exclusivamente a estas condiciones, muchas de las cuales no podrían sobrevivir en otros ecosistemas.
  • Impacto del cambio climático: El aumento de las temperaturas globales está descongelando el permafrost, lo que libera dióxido de carbono y metano atrapados, contribuyendo a un círculo vicioso de calentamiento global.

La tundra ártica es un entorno frágil que desempeña un papel crucial en el equilibrio climático del planeta.

De sumidero a fuente de carbono

Esta vasta región biogeográfica polar, está experimentando cambios drásticos debido al impacto del cambio climático y la actividad humana. Este ecosistema, que durante milenios almacenó dióxido de carbono (CO2), ahora está emitiendo más carbono del que puede retener. Según la 19ª edición del Arctic Report Card, elaborada por la NOAA con la participación de 97 científicos de 11 países, los incendios forestales recurrentes en la región están intensificando estas emisiones. Este fenómeno convierte a la tundra en una fuente global de carbono, contribuyendo significativamente al calentamiento global.

El informe señala que las emisiones de carbono por incendios forestales circumpolares han alcanzado un promedio de 207 millones de toneladas anuales desde 2003. Este cambio, atribuido al calentamiento acelerado y el aumento de incendios, está obligando a la flora, fauna y comunidades humanas a adaptarse rápidamente a condiciones más cálidas y menos seguras. Según Rick Spinrad, administrador de la NOAA, estos cambios confirman las predicciones científicas sobre los impactos del uso inadecuado de combustibles fósiles.

Cambios ambientales en el Ártico

El Arctic Report Card documenta una serie de transformaciones alarmantes en la región. Las temperaturas del aire superficial en el Ártico durante 2023 fueron las segundas más altas registradas desde 1900, con un otoño particularmente cálido. Los últimos nueve años han sido los más calurosos en la historia del Ártico, y el verano pasado destacó como el más húmedo jamás registrado. Además, las floraciones de plancton, esenciales en la cadena alimentaria marina, siguen aumentando en casi todas las regiones del Ártico.

El hielo marino continúa disminuyendo, con los niveles más bajos de septiembre registrados consistentemente en los últimos 18 años. Las áreas del Ártico libres de hielo se están calentando a un ritmo de 0,3 grados por década desde 1982. Esta pérdida de hielo tiene un impacto directo en la biodiversidad, como las focas de hielo, cuya dieta ha cambiado debido al calentamiento de las aguas.

Impacto en la vida silvestre y comunidades

El cambio climático también afecta profundamente a la vida terrestre del Ártico. Las temperaturas del permafrost en Alaska alcanzaron este año el segundo nivel más cálido registrado, y las grandes manadas de caribúes de la tundra han disminuido un 65 % en las últimas tres décadas. Mientras algunas manadas costeras muestran signos de recuperación, las poblaciones del interior enfrentan un declive sostenido.

La acumulación de nieve durante el invierno 2023-2024 superó el promedio, pero la temporada de nieve fue la más corta en 26 años en algunas partes del Ártico canadiense. Este cambio afecta la búsqueda de alimentos para animales y las actividades de las comunidades indígenas. Según Twila Moon, editora principal del informe, el conocimiento indígena puede ser crucial para desarrollar estrategias de adaptación efectivas ante estos rápidos cambios.

En palabras de Gerald Frost, científico senior de Alaska Biological Research: “Muchos de los signos vitales del Ártico están alcanzando valores extremos de forma constante, reflejando cambios a largo plazo en el sistema climático”. Esta situación subraya la urgencia de reducir las emisiones de combustibles fósiles y desarrollar soluciones sostenibles para mitigar el impacto del cambio climático.

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