¿Cómo afecta el otoño al estado de ánimo?

Tristeza, fatiga, falta de energía… Estos son algunos síntomas que, con la llegada del otoño -y el invierno- , muchas personas experimentan en su estado de ánimo debido a la disminución de la luz solar, el clima más frío y los días más cortos.

Estos factores pueden afectar el bienestar emocional e,  incluso, algunas personas pueden llegar a desarrollar síntomas afectivo estacionales, una desregulación brusca del estado de ánimo que se origina a causa de la estación. Esto deriva en una mayor tendencia a la depresión, peores niveles de regulación emocional, tristeza profunda (sin causa aparente) y ansiedad.

Población con trastorno bipolar, los más vulnerables

Para quienes padecen trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar, esta época del año puede agravar los síntomas, especialmente en las fases depresivas. Los cambios en los patrones de luz y sueño pueden alterar los ritmos circadianos, exacerbando la inestabilidad emocional y haciendo más difícil mantener un equilibrio en el estado de ánimo.

Sin embargo, no solo las personas con diagnósticos previos de salud mental son susceptibles a estos cambios. Se trata de un fenómeno que puede afectar a toda la población, experimentando síntomas de bajo ánimo, irritabilidad, dificultades para concentrarse o un aumento en los niveles de estrés.

El TAE puede tener un impacto significativo en la vida de las personas

El malestar estacional, comúnmente conocido como trastorno afectivo estacional (TAE), puede tener un impacto significativo en diversos aspectos de la vida de las personas. Este fenómeno, que suele manifestarse con la llegada de los meses más fríos y oscuros, no solo afecta el estado de ánimo, sino que también puede repercutir en las relaciones personales, la productividad laboral y la salud física en general.

Además, en el ámbito laboral, la disminución de la productividad es una consecuencia común del malestar estacional. La dificultad para concentrarse, la falta de energía y el aumento del cansancio son síntomas que pueden afectar el rendimiento en el trabajo. Los plazos pueden volverse abrumadores, y las tareas que normalmente serían manejables pueden parecer insuperables.

Esta disminución en la productividad y en el estado de ánimo no solo impacta al individuo, sino que también puede tener repercusiones en el equipo y la organización en su conjunto, afectando la dinámica laboral y el ambiente de trabajo.

Estrategias clave para afrontar este problema y mejorar el estado de ánimo

Para hacer frente a estas situaciones, la psicóloga ofrece una serie de recomendaciones que ayudarán a mejorar el día a día de las personas que se ven afectadas por estos cambios de ánimo y enfrentar esta temporada de manera más saludable.

• Exposición a la luz natural el mayor tiempo posible.
• Realización de ejercicio físico regular.
• Cuidado de la salud mental mediante técnicas de autocuidado.
• Búsqueda de apoyo profesional.

La clave es, según Sisí, que “estar atentos a estos cambios emocionales y recurrir a la ayuda necesaria si los síntomas persisten o empeoran, para evitar que afecten significativamente la calidad de vida”.