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Amnistía Internacional ha advertido en varias ocasiones de que el estadillo de un conflicto armado en Ucrania “tendrá consecuencias devastadoras para los derechos humanos en la región”, llegando a amenazar la vida de los civiles, provocar una “aguda escasez de alimentos” y “potencialmente causar un desplazamiento masivo” de población.
Aún estamos a tiempo de frenar esta deriva. Los actores directamente implicados, Rusia y la OTAN, deben tomar las medidas necesarias para reducir la tensión y garantizar el diálogo.
La comunidad internacional, incluida España, debe contribuir a allanar el camino para la paz
Amnistía Internacional puso de manifiesto que “los derechos económicos y sociales ya se han visto afectados negativamente”, como lo atestigua el hecho de que el aumento de los precios de los alimentos y bienes básicos, incluidos suministros, “está afectando el derecho de las personas a la atención médico y a un nivel de vida adecuado en Ucrania.
Tras deplorar la situación que viven los ancianos, los jóvenes y las personas de bajos ingresos, denunció que el derecho a la educación también se ha visto afectado con el cierre intermitente de las escuelas durante las últimas semanas por motivos de seguridad.
Ante esta situación, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, comentó que “la amenaza del uso de la fuerza militar por parte de Rusia ya está afectando los derechos humanos de millones de personas en Ucrania y más allá”.
Esto le permitió avanzar que “es probable que las consecuencias de la fuerza militar real sean devastadores”, como lo corrobora el hecho de que “la historia reciente de Ucrania está marcada por conflictos que involucran a las tropas rusas en Donas y la anexión ilegal de Crimea”.
Por último, Amnistía Internacional dejó claro que “seguirá de cerca” la realidad que se vive en Ucrania para “sacar a la luz las violaciones del derecho internacional humanitaria y el derecho internacional de los derechos humanos por parte de todas las partes”.
Debe garantizarse la actividad de las agencias de Naciones Unidas y de las organizaciones humanitarias
Como recuerda el Movimiento por la Paz “toda acción unilateral que se realice al margen del ámbito institucional y normativo de los Organismos Internacionales supone una fisura del Derecho Internacional, carece de legitimidad compartida y conduce, por tanto, a una escalada del conflicto militar”.
El Gobierno español debe asumir un rol activo en la defensa de la vía diplomática y la respuesta no violenta. En este momento, es urgente impulsar cualquier medida que reduzca tensiones y garantice la paz en la zona.
El contexto en el que se desarrolla este conflicto es muy complejo es de una enorme complejidad y merece ser analizado con serenidad y responsabilidad teniendo en cuenta todos los aspectos políticos, históricos, económicos, entre muchos otros.
No dejaremos de repetir que la paz y el diálogo son la única solución en Ucrania
La cuestión es cómo hemos llegado a esta situación una vez más. No más muertes en nombre de banderas en las guerras, no más sociedades sin presente y sin futuro por culpa de las violencias ni en Europa ni en ningún lugar del mundo. No más violaciones de Derechos Humanos que es lo único que traen las guerras.
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