5 formas en la que la Unión Europea ha cambiado nuestras vidas

Desde que España entró en la Unión Europea en 1985, muchos han sido los cambios a los que la sociedad española se ha visto sometida desde entonces. Algunos de ellos no gustaron demasiado y otros se acogieron con ilusión. Cuando el euro llegó, volvió a generar fastidio y reclamos, por el incremento de muchos servicios. Sin embargo, ahora es difícil imaginarse la vida de otra manera.

5 aspectos de la Unión Europea que impactan en nuestra vida cotidiana

La Unión Europea se ha caracterizado por ser un proyecto ambicioso y constructor, que permitiese el avance conjunto de la mayoría de los países europeos, para que dejasen atrás las disputas bélicas y la unión también trajese consigo bonanza económica. No todo ha salido como se esperaba y aún quedan muchos puntos flacos, pero muchas de sus políticas impactan positivamente en la vida de las personas:

En nuestra movilidad

Desde que España ingresó en la Unión Europea, la movilidad de sus ciudadanos ha adquirido otro nivel, pudiéndose desplazar de forma libre y sin necesidad de presentar un pasaporte, a través de las fronteras, sin que haya controles. Esto ha favorecido e impulsado la movilidad de los europeos, fortaleciendo también el turismo.

Como punto extra, tiene ventajas para los dueños de mascotas, ya que gracias a las políticas europeas, estas pueden acompañarnos durante el viaje. Por otro lado, también garantizan la seguridad sanitaria, al dar la posibilidad de recibir asistencia médica de urgencias en cualquier país de la UE simplemente portando la tarjeta sanitaria, de forma gratuita.

Una misma moneda

Los países que pertenecen a la eurozona, como España, cuentan con algunas ventajas de pertenecer a una moneda única. La primera es la fuerza que gana esta moneda al estar respaldada por los países que la tienen. Pero además, como ciudadanos, también nos ahorramos costes a la hora de movernos a otros países y no tener la necesidad de hacer un cambio de moneda.

Esto también favorece a las exportaciones e importaciones, que repercuten en que puedas tener más variedades de productos en el supermercado, o incluso que tu tarifa de móvil no se vea afectada cuando sales de España.

El intercambio cultural y educativo

Pertenecer a la Unión Europea favorece enormemente al intercambio cultural con nuestros vecinos. No da la oportunidad no solo de conocer mejor sus culturas, sino también de poder realizar nuestros estudios en otros países europeos y que estos tengan la misma validez para poder ejercer nuestra profesión en cualquiera de ellos.

Pero no solo podemos trabajar de forma legal, también podemos llegar a percibir nuestra pensión de jubilación en cualquiera de estos países, independientemente de dónde hayamos cotizado, aunque estas se ajustarán a otros requisitos.

Mantener el derecho a voto

Aunque te encuentres fuera de tu país de origen, porque estés residiendo en otro de la Unión Europea, tendrás la posibilidad de seguir participando en los comicios electorales de tu municipio y localidad original. De esta misma forma, también puedes presentarte como candidato, aunque no tengas la nacionalidad concreta del país en el que residas.

Las leyes proteccionistas en cuanto a derechos

La Unión Europea se muestra muy comprometida con el cumplimiento de los Derechos Humanos, en los que abordan temas como el derecho al descanso laboral, la protección de datos, así como los productos que llegan de otros países externos, garantizando que cumplan los estándares de calidad.