Las universidades se convierten en el nuevo foco de contagio de COVID-19

Las universidades se convierten en el nuevo foco de contagio de COVID-19 tras las fiestas de inicio de curso en las distintas facultades españolas. Los contagios masivos salpican a los estudiantes y a su entorno académico, en este caso a los compañeros que asisten a este tipo de eventos. Además, estos brotes de COVID-19 también salpican dentro de los colegios mayores, donde cada año se hospedan miles de estudiantes que se trasladan de ciudad para cursar su carrera.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) destaca que “las universidades las que tienen la autonomía para estipular nuevas medidas y sanciones, siempre que estén involucradas, al igual que los colegios mayores”. Así está reflejado en la Ley 6/2001 y su revisión del 2014. Sobre ello, el BOE traslada que: “Las Universidades están dotadas de personalidad jurídica y desarrollan sus funciones en régimen de autonomía y de coordinación entre todas ellas”.

¿Qué universidades han presentado casos de COVID-19 tras las fiestas de inicio de curso?

La Universidad de Granada (UGR) es uno de los entornos educativos más castigados tras las fiestas de inicio de curso. Hoy miércoles 14 de octubre se reunirá el Ayuntamiento de Granda junto a la Universidad de Granada y la Federación Provincial de Hostelería y Turismo. Con ello, la Junta de Andalucía ha decretado unas primeras medidas para frenar los brotes de COVID-19:

• Los colegios mayores de la ciudad cerrarán a las diez de la noche.
• Test masivos en colegios mayores y residencias universitarias.
• La UGR suspenderá las clases presenciales durante las dos próximas semanas para evitar desplazamientos.

Granada ha presentado 501 contagios por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, el 44% de las camas UCI de los hospitales granadinos sigue libre, lo que indica que "la mayoría de contagios registrados entre los jóvenes son universitarios", estima el Consejero. En base a esos datos, Granada no cumple aún los límites para decretar el cierre de la ciudad, pero no se descarta el confinamiento. Durante el fin de semana se denunciaron a noventa personas entre celebración de fiestas y consumición de alcohol en la vía pública. El punto crítico de la ciudad nazarí fue la calle Ángel Ganivet.

Valencia y Barcelona también han sido “víctimas” de esta moda. Los residentes del Colegio Mayor valenciano Galileo Galilei celebraron una gran fiesta en la que saltaron 168 casos. La Universidad Politécnica de Valencia (UPV) canceló las lecciones presenciales, ya que muchos de sus alumnos proceden de la residencia en cuestión. El resultado ha sido que 25.000 universitarios tienen que seguir las asignaturas desde sus respectivas casas.

Otro colegio mayor ha sido el gran escenario del COVID-19 en Barcelona. Cincuenta estudiantes de una residencia de la UB han dado positivo por COVID-19 y además otros 200 se encuentran confinados. El secretario de Salud Pública, Josep Maria Armigon, la Generalitat de Cataluña ha propuesto a las 12 universidades catalanas, volver a las clases virtuales y al teletrabajo, para aquellos puestos que no sean estrictamente presenciales, durante 15 días.

La Universidad de Salamanca, UNAV y Deusto también han detectado casos de COVID-19

La Universidad de Salamanca (USAL) ha sido el centro universitario más duro al expulsar a setenta y cinco estudiantes por haber organizado una barra libre. Por ello, los alumnos del Grado de Estadística seguirán dando clases de manera telemática. Este hecho ha llegado unos días después de que la institución aplicara el mismo castigo a 36 alumnos, por incumplir los protocolos sanitarios y educativos establecidos. El Vicerrectorado de Estudiantes pidió a las residencias que fueran más contundentes para evitar conductas de riesgo.

Dentro de las residencias del País Vasco, más de cuarenta estudiantes dieron positivo dentro de las dependencias de Deusto, Miguel de Unamuno y San Mamés. El director de la residencia de Deusto explicó que las fiestas eran ajenas a sus instalaciones. En Navarra, un brote en el colegio mayor Larraona dejó a principio de septiembre una treintena de confinados. No se pudo demostrar que los contagios tuvieran relación con una fiesta. Para prevenir posibles brotes, la Universidad de Navarra ha anunciado que sancionará con horas de trabajo social o incluso la expulsión a aquellos alumnos que hagan fiestas en pisos.