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Un total de 64 instituciones de educación superior de la Unión Europea integran la red de Universidades Inclusivas Europeas, EUni4All, que se presentará de forma oficial el próximo 16 de diciembre en Bruselas.
Junto a ella, se lanzará la plataforma web del proyecto, donde estudiantes, universidades, familias, entidades y todos los interesados podrán consultar el nivel de inclusión de las 64 entidades participantes.
Ambos lanzamientos forman parte del proyecto Erasmus+ Red de Universidades Inclusivas, impulsado por fundación ONCE con la colaboración de ocho socios comunitarios: El Foro Europeo de la Discapacidad (EDF), la Universidad Oriental de Finlandia, la Universidad de Oporto (Portugal), la Universidad del Estudio de Trieste (Italia), la Universidad Politécnica de Lublin (Polonia), y las universidades españolas de Murcia, Sevilla y Autónoma de Madrid.
Las universidades inclusivas tienen como objetivo fomentar la movilidad internacional
Según explicó a Servimedia Isabel Martínez Lozano, directora de Programas con Universidades y Promoción del Talento de Fundación ONCE, su objetivo último es fomentar la movilidad internacional de los estudiantes con discapacidad, que es muy baja respecto a la población universitaria general.
"El miedo, la falta de accesibilidad, los costes extra que supone la discapacidad y la imposibilidad de recibir las mismas prestaciones en otros Estados son las principales barreras que los estudiantes con discapacidad encuentran para irse de Erasmus", expuso Martínez Lozano.
Por este motivo nació la red EUni4All, dentro de la Estrategia Europea de Inclusión y Diversidad de Erasmus+ y Cuerpo Europeo de Solidaridad.
Con el apoyo de la Comisión, se elaboró una guía de 38 indicadores que miden el grado de inclusión que ofrecen estas instituciones en ámbitos como:
- Accesibilidad física de los espacios y de sus alojamientos
- Existencia de personal de referencia para estos estudiantes
- Oferta de libros en braille u otros formatos accesibles
- Oportunidades para participar en la vida universitaria (deporte inclusivo, actividades culturales accesibles…)
- Garantía de metodologías de enseñanza y evaluación inclusivas
- Accesibilidad de las pruebas de ingreso
- Formación del profesorado y del resto del personal
- Existencia de plazas reservadas
- Programas de mentoría personalizados
- Spoyo a los estudiantes extranjeros, etc.
A continuación, se prepararon dos cuestionarios que las universidades inclusivas debían completar para evaluarse, y también se editó una guía completa con los resultados de las 64 instituciones que finalmente participaron.
Según Silvia duarte, jefa de departamento de programas con universidades inclusivas en Fundación ONCE, el objetivo de ambas guías es “proporcionar una herramienta útil a las universidades para evaluar sus políticas de inclusión y animarles a profundizar en ellas. También buscamos ofrecer información de calidad a estudiantes, familias y asociaciones, a fin de facilitarles la toma de decisiones respecto a qué universidad elegir para un programa de movilidad”.
El proyecto Erasmus+ de Universidades Inclusivas nació así en noviembre de 2019, con la intención de cubrir un amplio ámbito geográfico dentro de la UE. Por eso, “buscamos socios mediterráneos, entre los países nórdicos y también de Europa central y del Este”, indicó Duarte.
Martínez Lozano lo tiene claro. Este dato “demuestra que la inclusión de la discapacidad no es una prioridad de las universidades europeas, por lo que nos queda mucho trabajo pendiente”.
Desde luego, EUni4All se puede ampliar. Del mismo modo, las universidades inclusivas ya participantes tienen la posibilidad de mejorar en su evaluación.
El Gobierno de España y la UE tienen que remar juntos por los derechos de las personas con discapacidad
Para Martínez Lozano, España está bien situada a nivel europeo en cuanto a inclusión en sus universidades, pues “tenemos una legislación bastante exigente”. Además de las tres que son socias del proyecto, las universidades de Valencia, Zaragoza y Nacional de Educación a Distancia forman también parte de la red.
Las instituciones del norte de Europa obtienen también buenas calificaciones, prosiguió, aunque en general, “resulta difícil hablar de sistemas nacionales”.
La aprobación definitiva de la Tarjeta Europea de Discapacidad favorecería la movilidad entre estudiantes. En principio, ello ayudaría a que las prestaciones sociales reconocidas en un país (libros adaptados, intérpretes, asistentes personales…) se concediesen de forma automática en el país de acogida, aclaró.
En esta línea, instó al Gobierno de Pedro Sánchez a impulsar esta medida durante la presidencia española de la UE. Mientras tanto, “debemos buscar el compromiso de las universidades inclusivas. Se trata de dar cumplimiento a la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que la Unión europea ha ratificado pero que, en lo tocante a estos alumnos, se incumple de forma flagrante sin que pase nada”.
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