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Siempre hemos pensado que estudiar más nos va ayudar a encontrar un trabajo, que no tendremos dificultad para encontrar trabajo en el momento que finalicemos nuestros estudios y que en un puesto de trabajo relacionado con lo que hemos estudiado. Sin embargo, la realidad no es tan bonita.
España es uno de los tres países de la Unión Europea en los que más difícil es encontrar trabajo para quienes se acaban de graduar en la universidad. Según los últimos datos publicados por Eurostat, la tasa de empleo de quienes completaron sus estudios superiores universitarios en los últimos tres años fue del 76 % en 2020, es decir, que casi uno de cada cuatro universitarios seguía en paro pese a haber alcanzado un alto nivel en el sistema educativo.
El dato de España es uno de los peores de toda la Unión Europea y se sitúa ocho puntos por debajo de la media comunitaria, que asciende al 83,7 %. Solo Grecia, donde solo el 61 % de los recién graduados tienen trabajo pasados tres años de obtener el título, e Italia, con una tasa del 64 %, registran niveles de empleo peores a los de España en este sector de la población.
Lejos quedan las cifras de Estados como Países Bajos (94,5 %), Malta (93,4 %), Alemania (93 %), Austria (93 %), o República Checa (91 %), que rozan el pleno empleo en los recién graduados universitarios y copan los primeros puestos en inserción laboral de universitarios.
Además, la pandemia ha empeorado ligeramente las perspectivas de los universitarios españoles
En 2020 la tasa de empleo se redujo 1,3 puntos respecto al ejercicio anterior, pasando del 77,2 % al 75,9 %, una caída muy similar a la de la media europea, que pasó del 85 % al 83,7 %.
Sin embargo, el daño causado por el coronavirus no es nada comparado con las consecuencias que tuvo la crisis económica de 2008. En 2007 España alcanzó su mejor cifra de recién graduados con trabajo de toda la serie histórica. Entonces, quienes se titulaban en la universidad conseguían empleo en los tres años posteriores a su graduación en el 89,6 % de los casos, una cifra superior a la media comunitaria del 85,6 % de aquel año.
Sin embargo, la crisis asestó un duro golpe a la tasa de empleo de los universitarios en paro en España, que se redujo un 25 % entre 2007 y 2013. En 2013 se registró el mínimo histórico (66,8 %) y la brecha con el resto de la UE se ensanchó hasta los 13 puntos porcentuales.
¿Cuáles son las carreras universitarias con más paro y con menos paro?
Según las datos de Instituto Nacional de Estadística sobre la Inserción Laboral de Titulados Universitarios de aquellos que han finalizado sus estudios, tienen menos tasa de paro las ingenierías.
- Entre las titulaciones que dan más oportunidades en encontrar trabajo estaría la 'Ingeniería en Automática y Electrónica Industrial' con una tasa de paro del 0 por ciento, es decir, que no ningún estudiante que ha finalizado este estudio está en paro.
- 'Medicina' tiene una tasa de paro del 0,6 por ciento.
- 'Ingeniería en Electrónica' tiene un nivel de paro del 1,4 por ciento.
- 'Ingeniería Aeronáutica' con una tasa de paro del 2,80 por ciento.
- 'Ingeniería Informática' con una tasa de paro del 3,80 por ciento...
Mientras las titulaciones con mayor número de paro serían aquellas titulaciones de humanidades.
- 'Filología Francesa' con una tasa de paro con un 45,40 por ciento.
- Filología Árabe' con un 44,50 por ciento.
- 'Navegación Marítima' Con una tasa de paro del 42,30 por ciento...
Yo misma he sido ejemplo de la alta tasa de universitarios en paro
Al terminar la carrera (e incluso durante los últimos cursos de la universidad) estuve varios años aceptando trabajos de becaria en comunicación en numerosas empresas sin cobrar ni un céntimo. Después de trabajar durante 6 meses en la mayoría de los sitios donde estuve, pedí que me aumentaran la jornada o que me pagasen al menos el abono transporte y decidieron despedirme, siempre era así. No es lo que tenía en mente cuando me gradué la verdad.
Estudié Periodismo y como periodista realmente llevo trabajando 6 años. Estuve mucho tiempo en paro y trabajé 10 años cuidando niños, de azafata de eventos, de auxiliar administrativo, ayudante en una biblioteca, de teleoperadora y de periodista otros tanto (pero sin cotizar claro).
Busqué algo de lo mío. El “ya te llamaremos” tras las entrevistas no se materializó. Entonces surgió mi “primer empleo” estable, donde no hacía suplencias e iba cada día a trabajar y logré estabilidad.
La situación ya era precaria y se ha agudizado mucho más. Los universitarios en paro con estudios superiores han aumentado este año un 15 % respecto a 2020. En familias monoparentales o con todos los miembros en desempleo de larga duración, un 5 %.
Buscar trabajo de lo que has estudiado resulta frustrante. Los contratos son precarios y los sueldos se ajustan al salario mínimo. Es más, muchos contratos no reconocen tu nivel de estudios por no pagarte más dinero.
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