A pesar de los datos alentadores de la vacuna experimental, hay que ser cautelosos, pues los resultados preliminares, aunque sean prometedores, no garantizan su eficacia ni su seguridad.
A los científicos e investigadores nadie los ve. Ellos realizan una labor tan importante aislados del mundo, sin que nadie pueda ver sus largas horas de trabajo y lucha para el bien de todos.