La población cree que la vacunación Covid debería ser obligatoria

La vacunación obligatoria debería ser uno de los puntos que tendría que tocar el Gobierno español. Tras las Navidades, miles de alumnos y profesores han quedado confinados por el Covid – 19. Sin embargo, la semana pasada hubo un goteo de casos de coronavirus en el sector más joven. Con ello, no solo los jóvenes sino la población general deberían concienciarse de lo importante que es la vacunación y que, no poner el brazo, no te convierte en un rebelde del “régimen fascista” sino que te convierte en un egoísta que no apuesta por el bien común.

Otro aparte merecen aquellas comunidades que han retirado o amenazan con retirar el pasaporte Covid. Una de las pioneras ha sido Cantabria. ¿De verdad creen los gobiernos que, entre tanta información cruzada ayuda que se elimine el pasaporte Covid? ¿Por qué alguien que se ha negado a vacunarse o a llevar mascarilla en los últimos 2 años tiene más derecho que la mayoría de ciudadanos que se han preocupado por no perturbar el bienestar general?

¿Por qué el modelo Macron de vacunación obligatoria debería exportarse a España?

El Gobierno de Pedro Sánchez debería comenzar a hacer las cosas bien tras dos años de pandemia. Ni Covidizar la gripe ni gripalizar el Covid. De nada sirve utilizar términos grotescos. Debemos terminar con el virus pero con sentido común. Tras casi 2 años de virus, hemos comprobado que el confinamiento si sirve para parar el Covid. Sin embargo, como puede comprobar no solo el presidente sino cualquier ciudadano no podemos parar la economía y, por ello, se hace más necesario que nunca el aspecto de la vacunación obligatoria.

La vacunación no nos hace inmunes al virus. Creo que es importante recordarlo y que lo tengamos presente porque, se siguen sucediendo cada fin de semana las imágenes de botellones y demás fiestas. La vacunación nos ayuda a que en caso de coger el coronavirus, esta enfermedad se pase pero de manera leve.

España debería “joder a los no vacunados"

Parece que solo si se restringen actividades, la gente acude en masa a vacunarse: “Es que en el gimnasio me han pedido el pasaporte Covid”, “¿Por qué para tomarme un café al lado de casa me tengo que vacunar? Al final, todo el mundo pasa por el aro a cambio de estas excusas.

¿Qué no te quieres vacunar? Estupendo pero, tendrás que rediseñar tu vida para poder conseguir esa libertad de la que tanto te jactas. Esto ya no es un tú contra el mundo. Debería ser un acto de sentido común en el que el pasaporte Covid no existiera porque, nuestra responsabilidad como ciudadanos dentro de una pandemia mundial esté por encima de ello. Sin embargo, hasta que no lo tengamos claro debemos exigir el pasaporte Covid y la vacunación obligatoria para acabar no solo con el virus, sino con las horas y horas de información que nos saturan mentalmente.

¿Qué países europeos han optado por la vacunación obligatoria?

La vacunación obligatoria es realidad en Francia desde hace una semana. El Gobierno lo aprobó hace 8 días para todo tipo de actividades que implicaran vida social. Con esa ley, habrá que demostrar tener la pauta completa de vacunación (lo que incluye la dosis de refuerzo siete meses después de las dos primeras inyecciones) para ir a un bar, un restaurante, al cine, a un espectáculo o a un estadio.

Italia es otro de los países que lo introdujo entre los mayores de 50 años. Desde el 10 de enero se pide la pauta completa o haber superado la enfermedad para acceder prácticamente a todas las actividades, desde el ocio hasta los medios de transporte, incluidos metro y autobuses. Los menores de 50 no lo necesitan salvo si están muy expuestos al virus, caso de fuerzas del orden, personal escolar o sanitarios.

Alemania, Grecia o República Checa son los otros países donde han optado por la vacunación obligatoria. Sin embargo, el Tribunal Constitucional de Eslovenia suspendió la orden en septiembre si se deseaba trabajar de manera presencial en oficinas públicas. Esa normativa adoptada por el Gobierno del primer ministro de derechas, Janez Jansa, debía entrar en vigor el 1 de octubre y fue recurrida por el Sindicato de Policías de Eslovenia, al considerar que se trataba de una vacunación obligatoria encubierta.