Vuelve el vestido de Pedroche mientras Ramón García se va a Twitch con Ibai Llanos

El último artículo escrito de un servidor en 2021 va dedicado a lo último que hacemos todos al final de año: a las campanadas. El vestido de Cristina Pedroche, presentadora que despedirá el año en Antena 3 con Alberto Chicote, volverá a protagonizar la conversación de Twitter y de la sobremesa este fin de semana. Aunque prescindamos del zapping, será muy probable encontrárselo al abrir un periódico digital o incluso en esas noticias que aparecen antes de logarse en el email.

El vestido de Cristina Pedroche vs. Ibai Llanos y Ramón García

La era del Instagram y del TikTok tiene el poder de hacer viral cualquier detalle. Y este del vestido de Cristina Pedroche es algo superficial y digno de ser analizado. Un espacio tan ampliamente retransmitido, que podría ser empleado para lanzar mensajes de paz, de ánimo y de cordialidad, se pierde por un aspecto tan simple y vacío como una prenda. El primer vestido de Cristina Pedroche en Nochevieja fue en 2015, cuando se vistió con un modelo de Charo Ruiz Ibiza. A partir de ahí, la cosa empezó a perder capas en favor de los ratings de audiencia. Por supuesto, marcas como Pronovias han aprovechado la ocasión para mostrarse ante el gran público.

Cual Batman que reta a Superman, Ibai Llanos desafía al vestido de Cristina Pedroche y se ha llevado el reloj de la Puerta del Sol, uno de los elementos más analógicos de nuestras vidas, a su canal de Internet. Y lo ha hecho además con un decano de la televisión. Ramón García este año no estará en la 1 sino en Twitch. Un ejemplo de cómo los formatos están cambiando y una bonita forma de abrazarse entre generaciones.

¿Quién ganará en audiencias? ¿El vestido de Cristina Pedroche en A3 u otras canales? Pronto lo sabremos. Para los más clásicos, tranquilos. Ahí estará Jacob Petrus en TVE para sustituir a Ana Obregón, que ha dado positivo por Covid, y deleitar a los que quieren ver las campanadas de siempre junto con Anne Igartiburu de una forma serena y apacible.

Más allá de la anécdota del vestido de Cristina Pedroche, solo queda desear que 2022 sea un año de respeto, que el Covid-19 termine superándose, que los precios dejen de dispararse, que el coste de la luz baje y se estabilice, que la gente encuentre un empleo estable, que se reduzcan la pobreza y el hambre a cero y que la sociedad sea cada vez más inclusiva e igualitaria. ¡Salud!