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En este último año se ha comprobado que más de 20.000 farmacias españolas han facilitado el test de autodiagnóstico del VIH a más de 14.000 ciudadanos. Así lo ha señalado la consultora IQVIA.
Gracias a la detección y diagnóstico de posibles casos de contagio, son muchas las personas que han podido detectar la enfermedad a tiempo y tratarla de manera exitosa.
El buen funcionamiento y alcance de las farmacias españolas favorecen la detección del VIH
En España contamos con una sanidad pública que, en principio, se encuentra a disposición de cualquier ciudadano. Gracias a esta sanidad contamos también con un elevado número de farmacias que se reparten por todo el territorio español y que se encargan de ofrecer todos los tratamientos y pruebas necesarias para la salud de los ciudadanos.
En cuanto a la detección del VIH, la consultora IQVIA ha señalado que en este último año se han detectado hasta 22.198 farmacias españolas que han facilitado el test de autodiagnóstico de esta enfermedad a más de 14.000 ciudadanos.
A este gran dato se le unen otras cifras como, por ejemplo, las pruebas rápidas de VIH en farmacias de Asturias, Castilla y León, Cantabria, País Vasco, Cataluña, Islas Baleares y Ceuta, las cuales se realizan de manera anual gracias a los acuerdos de los gobiernos autonómicos.
Es por ello por lo que gracias a la red de farmacias comunitarias se ofrece un mayor nivel de detección precoz de enfermedades como el sida, algo fundamental para que cualquier médico pueda establecer el tratamiento oportuno para el paciente.
Según informa el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar, “estos datos confirman que la cercanía y accesibilidad de las farmacias favorecen las labores de prevención frente al VIH”. Además, también ayudan a prevenir el desarrollo de otras enfermedades relacionadas con el cáncer de colon, diabetes o enfermedad renal.
Una dispensación colaborativa entre farmacéuticos hospitalarios y comunitarios
Además de la presencia de las farmacias de cara al público, estos establecimientos cuentan con un elevado número de medicamentos antirretrovirales de carácter hospitalario. Gracias a la dispensación de estos medicamentos se logra retener el desarrollo de enfermedades como el VIH.
Así, la dispensación de colaboración entre los farmacéuticos hospitalarios y comunitarios se han convertido en un tema clave para los pacientes, ya que esto mejora la accesibilidad final a los tratamientos gracias a las farmacias comunitarias y, por tanto, favorece la adherencia a los tratamientos de cualquier tipo.
Por otro lado, la mayoría de los pacientes que presentan comorbilidades, diabetes o enfermedades cardiovasculares, presentan un tratamiento que se dispensa en la farmacia comunitaria, por lo que es fundamental el seguimiento de los pacientes a la hora de contribuir a la seguridad de tratamientos y evitar resultados negativos.
En este sentido, el farmacéutico comunitario se convierte en un personaje clave a la hora de tratar enfermedades de autodiagnóstico como el VIH, pero hace hincapié en la necesidad de cumplir con las pautas obligatorias.
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