Lectura fácil
Si tomamos como ejemplo de nuestra visión la de una pantalla de cine, nuestra visión periférica sería todo eso que sucede en los extremos de la pantalla. Se denomina como visión periférica al campo de visión que se establece alrededor del foco central. La visión lateral nos hace más conscientes del mundo que nos rodea.
Aunque esta visión tiene una menor resolución que la central, es necesaria para que nuestro cerebro pueda detectar detalles que pueden sernos de interés, así como ayudarnos a anticipar movimientos que capten. Esta capacidad se sitúa principalmente en el área funcional de la retina periférica que tiene menos capacidad de fotorecepción, de ahí la razón de su resolución más baja.
¿Por qué es importante la visión periférica?
La visión periférica nos permite identificar de una mejor manera qué es lo que ocurre a nuestro alrededor. Por ende, en momentos que requieren alta concentración y anticiparse a situaciones de movimientos que no dependen de nosotros mismos es indispensable. Un ejemplo podría ser el caso de la conducción, especialmente de noche, o en la práctica del deporte.
En deportes como el fútbol o el rugby es fundamental. Una visión lateral desarrollada puede suponer un campo de visión de casi 180 grados, una gran ventaja a la hora de competir y de detectar oportunidades o amenazas para el desarrollo de jugadas o esquivar los ataques y las presiones del equipo o jugador contrario. Otro ejemplo, se dice que James Rodríguez, ex jugador del Real Madrid, cuenta con una visión superior a la de la media, lo que le permite contar con una ventaja sustancial a la hora de ver las jugadas.
En otro tipo prácticas que requieren una visión global, es decir no enfocar o concentrar la visión en un único punto como lo pueden ser el ajedrez o incluso los malabares, tener desarrollada la visión periférica nos permite realizar los movimientos con mayor fluidez.
Ayuda a la capacidad lectora
Esta visión también juega un rol muy importante en el desarrollo de la capacidad lectora. Una visión periférica óptima contribuye a la mejora de la velocidad de lectura, ya que podemos adelantar y previsualizar las palabras y caracteres antes de establecer el foco, permitiéndonos anticiparnos. Cuando tenemos una buena visión lateral, nuestro campo visual aumenta por lo que el número de palabras que abarcamos en cada fijación es mayor.
La pérdida de esta visión causa el denominado efecto túnel, en el que la persona ve reducido su campo de visión a una zona central que puede abarcar solamente unos 30º. Las causas pueden ser variadas, desde una temporal intoxicación etílica hasta enfermedades graves como el glaucoma y otras degeneraciones del nervio óptico asociadas a la edad.
En cualquiera de estos casos o sus similares, la pérdida de la visión periférica suele ser un síntoma de una enfermedad ocular por lo que es recomendable ir cuanto antes al oftalmólogo.
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