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La erupción del volcán de La Palma está dejando atónitos a todos los habitantes de la zona, a todo el mundo, pero también a las personas ciegas. Las personas con discapacidad visual que viven en la isla se encuentran perdidas ante lo que está pasando, incluso más que el resto de los palmeros. No solo se trata de un impedimento visual, sino también de movilidad, ya que la ceniza acumulada les impide utilizar el bastón de forma correcta.
El volcán de Cumbre Vieja arrasa la isla, pero también a las personas con discapacidad visual
La discapacidad visual afecta a gran parte de la población provocando la pérdida de una parte de la visión y a veces de la vista entera. Esto provoca consecuencias en el día a día de las personas con discapacidad como, por ejemplo, los habitantes de La Palma. Los habitantes ciegos de La Palma también sienten el volcán, aunque de una manera distinta. Así lo afirma Esmeralda, una de esas personas que no ha podido observar las coladas, ni los piroclastos, ni las cenizas del Cumbre Vieja, consecuencias de su 2 % de visión.
Las personas con discapacidad visual que viven en la isla se encuentran perdidas ante lo que está pasando, incluso más que el resto de los palmeros, ya que en su casa no solo se centra en la visión, sino que la ceniza cumulada les impide apreciar con su bastón por dónde están caminando.
La discapacidad visual: “Un sonido que transmite rabia”
Esmeralda confiesa a un equipo de Mediaset que se siente asustada y molesta, por lo que ha decidido encerrarse en casa. La cantidad de ceniza que se acumula le impide distinguir por dónde anda. “Es que he perdido la capacidad de ser autónoma, no distinto ningún tipo de guía de la calzada”, señala.
Este fenómeno, que lleva activo desde el pasado 19 de septiembre, les ha cambiado la vida a miles de palmeros, también a las personas que sufren discapacidad visual. Esmeralda, desde el inicio, oye como “un sonido que transmite rabia” y que imagina como “algo grande, algo enorme que debe estar por ahí monstruoso”.
El Grupo ONCE se solidariza con los ciudadanos de La Palma
La erupción del volcán Cumbre Vieja no para de rugir, lo que ha llevado a una gran oleada de solidaridad, sobre todo en los tiempos que estamos viviendo a raíz de la pandemia. Desde la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) no han dudado en echar una mano a los habitantes de la isla, que, desde el 11 de septiembre, ha provocado grandes consecuencias personales y materiales.
Este acto del Grupo Social ONCE vuelve a ir más allá de la discapacidad visual y de las personas con discapacidad de otro tipo, esta vez se ha volcado en una población que no está pasando por su mejor momento. Por eso, la ayuda se centra en la donación de material. Este material incluye 11.000 pares de gafas especiales y 5.000 gorras para la protección de los vecinos de la isla de La Palma, tanto para adultos como para niños y niñas.
Esta entrega se realizó durante el mes de octubre gracias a la colaboración del Ejército del Aire y Cruz Roja, que gracias a las instalaciones de la agencia de la ONCE en la isla, han podido prestar su ayuda para intentar sobrellevar este mal trago.
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