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Los niños y niñas están al borde de la hambruna porque no hay suficiente comida y la financiación para la ayuda humanitaria no está llegando. Esa es la terrible advertencia de la ONG World Vision, que ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que se dé prioridad absoluta a la supervivencia de los niños afganos.
La población afgana se enfrenta a morirse de hambre porque la ayuda no llega
Aproximadamente 2,7 millones de personas se están enfrentando al hambre en Afganistán y casi la mitad son niños y niñas en riesgo de desnutrición aguda. Cifras recientes señalan que el Plan de Respuesta Humanitaria para Afganistán únicamente cuenta con el 39% de los fondos requeridos; es decir, hay una brecha de 786 millones de dólares que se necesitan urgentemente para dar apoyo a 18 millones de afganos.
“La financiación debe de ser suministrada con urgencia para que las agencias de ayuda puedan volver a trabajar y abordar la situación humanitaria que empeora continuamente en Afganistán”, afirma Asuntha Charles, directora de World Vision en Afganistán. “Nada debe interponerse en el camino para salvar las vidas de los niños".
World Vision afirma que los sueños de los niños afganos son sencillos
Andrew Morley, presidente y director general de World Vision Internacional, manifestó que “cada niño y niña sueña únicamente con la paz, una buena educación, y con poder tener acceso a comida saludable; sin embargo, la realidad en el terreno es descorazonadora entre tanta incertidumbre que vive Afganistán, especialmente para las niñas, que temen la violencia. Debemos continuar trabajando juntos para asegurar su dignidad y protección y empoderar a cada niña y niño de este hermoso país”.
World Vision trabaja en Afganistán desde hace 20 años y considera que es esencial para todas las partes coordinar y establecer una ruta para que los trabajadores humanitarios puedan acceder y proteger a los niños y niñas más vulnerables de manera segura.
La ayuda de World Vision permanecerá en Afganistán
La organización centrada en la infancia se ha comprometido a permanecer en Afganistán y reanudará sus operaciones cuando haya un acuerdo entre todas las partes para garantizar un acceso seguro a los programas, especialmente garantías para la seguridad de las trabajadoras humanitarias.
“Estamos trabajando día y noche para superar esta situación increíblemente compleja, incluyendo la defensa de la causa ante aquellos que ocupan posiciones de poder e influencia sobre la vida de los niños y las niñas", añade Charles. "Debemos actuar ahora junto con los socios y las comunidades para evitar un desastre humanitario sin precedentes y para apoyar a los niños y niñas de Afganistán, sus familias y sus comunidades. Revertir décadas de progreso no es una opción y nuestro compromiso de permanecer y prestar apoyo para salvar vidas sigue siendo más fuerte que nunca. Hacemos un llamamiento a los líderes mundiales para que proporcionen fondos sostenibles y flexibles para que los niños afganos, que corren el riesgo de morir de hambre y necesitan protección, no caigan en el olvido", concluye Charles.
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