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Si pensamos en México, y caemos en algunos estereotipos de su cultura, no necesariamente malos, podemos nombrar a los mariachis, la celebración del día de los muertos, las rancheras, a Chavela Vargas o la lucha libre. Y es que este deporte, cargado de colorido e iconos inolvidables como El Santo, es uno de los más consumidos en este país, y en otros. En el, surge la figura de Cassandro, un luchador que en los años 80 revolucionó el ring.
Cassandro, el nombre artístico que eligió Saúl Armendáriz, se sintió seguro debajo de sus trajes de lucha libre, llenos de color y brillo. La máscara de su maquillaje, lejos de esconderle, le liberaba y su agilidad y astucia en el ring fue la que consiguió ganarse al público. Un público que en los años 80 fue capaz de tolerar a una persona abiertamente homosexual en este deporte, ampliamente masculinizado, aunque nunca le concedió los mismos honores que al resto, a pesar de sus hazañas.
'Cassandro', la historia de una revolución sobre el ring
Nunca ha sido fácil ir contra la norma, pero cuando encuentras una pasión en la que necesitas ser tu mismo, hay pocas cosas que te puedan frenar. Esta fue la historia de un joven mexicano que decidió que su vida se encontraba en el ring de la lucha libre y que algo como su orientación sexual no le privaría de convertirse en el mejor. Así fue como en 1991, Cassandro se convirtió en una estrella tras proclamarse campeón mundial y llegar a vencer incluso a El Hijo del Santo, la gran leyenda.
El director Roger Ross Williams ha querido hacerse eco de esta historia única, para su primer 'biopic' en formato de largometraje. 'Cassandro', es el proyecto que ha iniciado con Amazon Prime el reconocido actor Gael García Bernal, quien se pondrá el traje y la máscara para dar vida al protagonista de esta historia. El estilo elegido para esta producción se aleja ligeramente de otras similares como 'Yo, Tonya' y guarda cierto aire a documental, lo que le aporta naturalidad a la narración.
Una evolución necesaria
La historia de Cassandro se parece a la de muchas otras personas que han tenido que atreverse a ser ellos mismos en una sociedad que no solo los apartaba, sino que los criminalizaba o perseguía por su inclinación sexual. Por este motivo, es probable que muchos se identifiquen con un joven Saúl al que su progenitor aportó de su lado después de que él le confesase su homosexualidad con tan solo 15 años.
Pero este no fue el único desprecio al que tuvo que enfrentarse. A lo largo de su carrera como luchador de éxito, también tuvo que cargar con el estigma y con permanecer en segunda fila, a pesar de su talento, por no representar la masculinidad hegemónica. Sin embargo, Cassandro supo acertar sus golpes y brillar para iluminar el camino de otros niños que como él, sueñan con subir a un ring.
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