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Nuestros teléfonos móviles son prácticamente una extensión de nosotros mismos. Pasamos cada vez más horas haciendo vida con y a través de ellos. Y de esta misma forma, podemos estar siendo víctimas. El acoso en redes a través de las nuestros teléfonos ya no entiende de límites, internet permite que el tiempo se relativice y la cantidad de mensajes que podamos recibir sean infinitos, además, da igual donde nos encontremos, siempre que tengamos un móvil y Wifi podremos recibir mensajes.
Un reciente estudio encargado por el Instituto de las Mujeres a 40dB, ha encuestado a jóvenes españolas de entre 16 y 24 años sobre el tipo de mensajes que reciben a través de mensajería o de redes sociales como Instagram o Whatsapp. Los datos han sido claramente reveladores, ya que 6 de cada 10 reconoce haber sufrido algún tipo de impacto en su salud mental por los mensajes que reciben. En muchos casos, estos pueden llegar a considerarse como acoso en redes.
Ni la mitad de victimas de acoso en redes lo reconoce como tal
Casi el 80 % de las encuestadas (79,8 %), han asegurado haber recibido mensajes con fotos o contenido sexualmente explícito, así como mensajes insistentes, insultos, amenazas o incluso que se llegasen a publicar información privada en las redes por parte de otros usuarios, sin consentimiento. Esto muestra claramente que se tratan de mensajes de acoso, ya que ninguno de estos mensajes son consentidos.
Lo verdaderamente preocupante es que solo el 45,7 % de las encuestadas identifica este tipo de mensajes y comportamientos como acoso. Datos como estos sorprendieron a las autoras del estudio y por tanto decidieron realizar entrevistas personalizadas con alguna de las encuestadas para poder determinar el motivo de esta diferencia abismal. En esa segunda parte del estudio, se centraron en el acoso en redes de tipo sexual y de ciberbullying.
El acoso afectivo sexual es el más habitual
Tras las entrevistas personalizadas, el estudio determinó que el 66 % de las jóvenes había sufrido algún tipo de acoso en redes del tipo afectivo sexual, es decir, que han recibido mensajes por parte de hombres de forma insistente o con contenido sexual. Concretamente, el 32,3 % de las encuestadas, aseguraba hacer recibido comentarios y fotos sexuales sin consentimiento, frente al 25 % de las que recibieron mensajes insistentes para entablar algún tipo de contacto sentimental o íntimo.
Por otro lado, en lo tocante al ciberbullying, solo el 34 % de las jóvenes reconocen haberse visto involucradas en esta situación. Sin embargo, para una de las coautoras del estudio, Belén Barreiro, considera que este tipo de prácticas "produce mayores trastornos psicológicos" ya que somete a la víctima a mensajes constantes de insultos, amenazas o burlas.
El impacto del acoso en la salud mental
Dentro de esta segunda fase del estudio, las autoras tampoco han podido mostrar grandes cambios con respecto a si estos comportamientos se consideran como acoso en redes, pero si han podido ver que las jóvenes presentaban "sentimientos negativos" ante estas situaciones. En datos, el 59,3 % se ha sentido impotente o asqueada por las vivencias, el 57,2 % se ha sentido insegura o atemorizada y el 16, 3 % ha mencionado tener culpa.
Belén Barreiro ha señalado a este respecto que las situaciones de acoso en redes tienen un claro "impacto en la salud mental". Como mencionábamos anteriormente, 6 de cada 10 de las jóvenes han tenido algún tipo de impacto en este ámbito, y 4 de cada 10 han desarrollado algún tipo de cuadro clínico, como depresión, ansiedad o trastornos de alimentación. La autora también señala que "el acaso en redes tiene consecuencias fuera" y que para tratar el tema debe abordarse de forma global.
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