Actividades culturales en prisiones: clave para la reinserción social de los presos

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18/01/2025 - 11:30
Presos participando en actividades culturales para la reinserción social

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En España, aproximadamente 50.000 personas se encuentran cumpliendo condena en los 80 centros penitenciarios distribuidos por el país. Sin embargo, hay un dato alentador que destaca en el ámbito de la reinserción social: ocho de cada diez presos que participan en programas terapéuticos específicos logran no reincidir en delitos y evitar regresar a prisión.

Estas iniciativas incluyen actividades culturales, las cuales han demostrado ser herramientas esenciales en el proceso de reeducación y reintegración.

Ocho de cada diez presos logran no reincidir gracias a la cultura

Un ejemplo significativo de estas acciones ocurre en el Centro Penitenciario Madrid VII, donde se desarrollan actividades relacionadas con el teatro y la literatura, en colaboración con el Centro Dramático Nacional. Este programa permite a los internos asistir a representaciones teatrales y, a su vez, recibir visitas de actores dentro del centro.

Según Lourdes Gil Paisán, coordinadora de Tratamiento y Gestión Penitenciaria en Madrid VII, estas actividades ofrecen una oportunidad para evaluar cómo los presos se adaptan a un entorno social diferente y cómo responden a estímulos culturales fuera del contexto penitenciario.

Para participar en estas salidas culturales, los internos deben cumplir con ciertos requisitos, como haber completado al menos una cuarta parte de su condena y estar clasificados en segundo grado.

Esta oportunidad no solo fomenta la interacción con el mundo exterior, sino que también tiene un impacto emocional profundo en los presos que la experimentan. María, una interna que ha avanzado al tercer grado tras siete años en prisión, comparte: “Lo más gratificante que he vivido fue asistir a la representación de la obra ‘Nada’. Fue una experiencia única y especial”.

El teatro, en particular, se ha convertido en un recurso valioso. Obras como Nada, de Carmen Laforet, dirigida por Beatriz Jaén y presentada en el Teatro María Guerrero, ofrecen a los internos una ventana a otras perspectivas de vida. Según Alfredo Sanzol, director del Centro Dramático Nacional, este tipo de experiencias abren posibilidades para que los participantes comprendan diferentes formas de afrontar la realidad.

Por su parte, José Carnerero, subdirector de Tratamiento del centro, resalta que estas actividades permiten a los presos reflexionar sobre temas como la violencia y las emociones de las víctimas, promoviendo una visión más positiva y constructiva.

Adán, conocido como “El Cuba”, quien cumple una condena de 21 años, afirma que estas actividades le han permitido replantearse su forma de entender la vida: “Usas palabras y vivencias de otros para construir una mejor reinserción”. Juan, con 18 años de condena, añade que este tipo de programas le ayudan a considerar soluciones distintas ante los problemas, lo que resulta fundamental en su desarrollo personal.

El teatro y la literatura como herramientas de reinserción

Además del teatro, la literatura juega un papel crucial en el proceso de rehabilitación de los presos. Fernando Sánchez, coordinador del Club de Lectura Madrid VII, explica que los libros brindan a los internos una alternativa para encontrar respuestas fuera de las circunstancias que los llevaron a prisión. Según él, la cultura se convierte en un puente hacia una nueva forma de vida, alejándolos del pasado y acercándolos a un futuro más prometedor.

Así, las actividades culturales no solo enriquecen la experiencia de los presos, sino que también actúan como un catalizador para su transformación personal y social. Gracias a estas iniciativas, la cultura se consolida como un pilar esencial en la reeducación y reintegración de quienes buscan reconstruir sus vidas más allá de los muros de la prisión.

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