Las adicciones presentan diferencias significativas entre géneros

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23/11/2024 - 08:30
Tragaperras

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La situación de las adicciones en España muestra que el uso de sustancias y comportamientos que generan dependencia comienza a edades más tempranas, y presenta diferencias significativas entre hombres y mujeres. Mientras que las mujeres tienden a buscar ayuda para problemas relacionados con el alcohol y el bingo, los hombres lo hacen principalmente por el consumo de cocaína y las máquinas tragaperras.

Casi 40.000 personas sufren adicciones

El año pasado, un total de 39.451 personas, de las cuales solo una de cada cinco eran mujeres, acudieron a alguna de las 119 organizaciones de la red de ONG UNAD, que han contribuido al informe "Perfil de las adicciones en 2023. La atención a las personas usuarias de la red UNAD", presentado este jueves.

El estudio, que representa la recopilación más extensa de datos sobre el acceso a tratamientos a nivel nacional, revela la "gran complejidad" de las adicciones en nuestro país, caracterizadas por una significativa brecha de género y territorial, según ha explicado en una rueda de prensa la secretaria de la organización, Encarnación Pámpanas.

El consumo de sustancias comienza en la adolescencia

Mientras que en investigaciones anteriores se indicaba que la edad de inicio en el consumo de sustancias que posteriormente se convertirían en adicciones estaba entre los 18 y los 25 años, la tendencia actual muestra que cada vez hay más jóvenes comenzando: el 51 % de los hombres y el 45 % de las mujeres empezaron a consumir antes de los 18 años.

Entre los beneficiarios, 37,845 tenían problemas de adicción a sustancias; en ambos géneros, la edad variaba entre los 34 y los 41 años, con una mayoría de hombres que representaron el 79 %.

El perfil masculino típico es el de un hombre con educación primaria, desempleado, con algún tipo de enfermedad física o mental, sin hijos y que vive en una vivienda propiedad de un familiar. En este grupo, son comunes el uso de "drogas duras", principalmente cocaína, heroína y alcohol.

Mientras tanto, ellas son madres y residen en viviendas que les pertenecen o que comparten con su pareja. Coinciden con ellos en cuanto a nivel educativo y situación laboral, y también enfrentan problemas de salud mental; sin embargo, su consumo se centra principalmente en el alcohol y la cocaína.

El alcohol, la sustancia más adictiva

Además, las mujeres utilizan más del doble de ansiolíticos y somníferos, ya sea con o sin receta (un 7 % en comparación con el 3 % de los hombres). También es notable el aumento en el uso de cannabis entre mujeres, que representan el 17 % de los casos atendidos frente al 14 % de los hombres.

Estas estadísticas reflejan la primera sustancia por la que buscan ayuda, lo que no implica que consuman únicamente una, ya que, como ha señalado Pámpanas, "observamos un escenario en el que combinan varias sustancias".

De hecho, el alcohol sigue siendo la sustancia que genera más personas adictas, con un 28 % de los casos de drogodependencia en mujeres, frente al 19 % en hombres.

Los perfiles no son homogéneos a nivel nacional; en la Comunidad Valenciana, la brecha de género se reduce, alcanzando una proporción de una mujer por cada dos hombres. En Andalucía y el País Vasco, la edad promedio aumenta "notablemente" hasta los 42 años; en Asturias, la sustancia más problemática es la cocaína, mientras que en Murcia, la mayoría de las mujeres no tienen estudios, comparado con el 17 % a nivel nacional.

Uno de cada cinco son menores

Las 1,189 personas atendidas por 40 entidades por adicciones sin sustancia tenían entre 26 y 33 años, tanto hombres como mujeres; en este caso, el porcentaje de género se equilibra un poco más, alcanzando un 30 % de presencia femenina.

El 20 % de las mujeres afectadas son menores de edad, y la mayoría sigue estudiando. Su principal adicción presencial es el bingo, seguida de las tragaperras, mientras que en línea predominan los videojuegos, junto con las compras compulsivas y el uso de redes sociales.

En el caso de los hombres, el 18 % tiene menos de 18 años y, a diferencia de las mujeres, la mayoría trabaja. Sus adicciones presenciales son las tragaperras y las apuestas deportivas, que también son sus principales actividades adictivas en línea, además del uso de redes sociales.

Ambos grupos presentan comportamientos asociados al consumo de sustancias como alcohol y cannabis.

La violencia de género y la estigmatización social

La vicepresidenta de UNAD, Elisabeth Ortega, señala que la "doble vulnerabilidad" de las mujeres,por ser mujeres y estar expuestas a violencia de género, complica su acceso a tratamientos. Las mujeres tienden a realizar consumos "silenciosos" de sustancias socialmente aceptadas por temor al estigma y al juicio social, especialmente relacionado con la maternidad.

La edad también influye; las más jóvenes tienen más acceso a tratamientos que las adultas, quienes enfrentan juicios sociales más severos. Además, los recursos disponibles suelen estar diseñados para hombres, lo que crea obstáculos adicionales en el proceso de recuperación de las mujeres.

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