En el camino hacia la sostenibilidad para frenar los efectos del cambio climático estamos involucrados todos. Unir fuerzas, y trabajar de forma simultanea en dos objetivos de desarrollo sostenible, es el doble de mejor. Una nueva iniciativa de la Fundación Juan XXIII y la Comunidad de Madrid, trabajarán por la integración y la adaptación a modelos más sostenibles, a través de la formación de personas con discapacidad en materia de agricultura ecológica.
La agricultura ecológica es un importante paso para acabar con la mala gestión de los recursos naturales, que tienen a desgastar los suelos y contaminar los ecosistemas, a través de un modelo más respetuoso con el medio ambiente. Contar para ello con personas con discapacidad intelectual, es también incluirlas en los retos a los que nos enfrentamos como sociedad y hacerlas partícipes de su comunidad para trabajar por un objetivo común.
Formación para una agricultura ecológica
Esta nueva iniciativa de transición hacia una agricultura ecológica creada por la Fundación Juan XXIII, dentro de la línea de Soluciones Verdes Urbanas de la organización, y financiada por la Comunidad de Madrid, ha tenido ya a sus primeros alumnos graduados que han empezado a trabajar. En este curso, los estudiantes, han aprendido a emplear los principales sistemas para la plantación de una finca sostenible o a profundizar en técnicas de jardinería y agricultura ecológica, así como las operaciones de mantenimiento adecuadas.
Dentro de las prácticas que realizaron durante el curso, estos jóvenes pudieron visitar huertos y viveros donde pusieron en práctica todo lo aprendido. La última de sus visitas fue al vivero de Alcalá de Henares, donde trabajaron en tareas de mantenimiento de instalaciones, la plantación de especies hortícolas e incluso la producción de plantas. Gracias a los diferentes proyectos con los que trabaja la fundación en el ámbito de Agricultura Ecológica, los alumnos del curso pudieron empezar a trabajar de inmediato, concretamente 9 de ellos, y otros tres en áreas relacionadas.
El trabajo por la inclusión
No podemos hablar de sociedades sostenibles si no tomamos en cuenta el fin de las desigualdades y el trabajo para generar espacios inclusivos y adaptados. Este es un proyecto que apuesta por estos dos grandes valores contando con las personas con discapacidad intelectual, para que continúen con su formación y trabajen en conjunto por el bien común, en este caso, en la transición hacia modelos más sostenibles.
Proyectos como este, que abordan la agricultura ecológica y la inclusión son ejes motores que “Después de la crisis generada por la pandemia, resulta fundamental continuar apostando por la formación de las personas en situación de vulnerabilidad psicosocial, prestando especial atención a las personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental, permitiendo su especialización y acceso al mercado laboral. Esta especialidad formativa ha permitido retomar nuestros índices de inserciones laborales lo que nos motiva a seguir apostando por la formación como herramienta fundamental para alcanzar nuestros objetivos”, como así ha dicho Mamen Gómez, Gerente del Centro de Formación de Fundación Juan XXIII
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