Una pareja de detectores en Europa y EEUU descubren una colisión de dos agujeros negros

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03/09/2020 - 14:01
Dos detectores en Europa y EE UU han descubierto una colisión de dos agujeros negros

Lectura fácil

Un grupo de científicos ha descubierto una enorme onda gravitacional a través de dos detectores en Europa y Estados Unidos, lo cual ha desvelado la colisión mas potente de dos agujeros negros.

Los científicos captan una enorme onda gravitacional 

La señal fue captada el 21 de mayo de 2019 y duró apenas una décima de segundo. Tras más de un año de estudio, el patrón que esta característica vibración produjo en los haces de luz láser de los detectores LIGO, en EEUU, y Virgo, en Italia, ha permitido reconstruir cómo se produjo este fenómeno.

Es el agujero negro más grande jamás descubierto por sus ondas gravitacionales desde que en 2016 se detectara por primera vez este fenómeno postulado por Albert Einstein más de 100 años atrás. Cuando este fenómeno se originó, el universo tenía la mitad de la edad y del tamaño que tiene actualmente.

El agujero negro es el más grande jamás detectado por ondas gravitacionales

Los agujeros negros son objetos tan densos que su fuerza de gravedad atrae cualquier cosa que caiga en sus fauces, incluida la luz, por eso son invisibles. Tras el choque, estos dos monstruos se devoraron uno a otro y formaron un agujero negro con una masa de 142 soles.

El resto de masa se transformó en energía que salió despedida en todas direcciones como la onda expansiva de una bomba que viajó a la velocidad de la luz curvando a su paso el espacio y el tiempo. Los interferómetros láser de LIGO y Virgo, que funcionan como una red de pescar kilométrica hecha con haces de luz láser capaces de detectar vibraciones en el espacio-tiempo hasta 10.000 veces menores que el diámetro de un átomo, captaron la señal, ya debilitadísima, 7.000 millones de años después.

GW190521 tiene una masa 142 veces superior a la del Sol

"Ni existía el Sistema Solar, ni existía la Tierra ni existíamos nosotros", ha explicado Alicia Sintas, investigadora del equipo LIGO en la Universidad de las Islas Baleares.

El fenómeno ha sido bautizado como GW190521, tiene una masa 142 veces superior a la del Sol y está situado dentro de una categoría prácticamente desconocida para la ciencia. Es demasiado grande para clasificarse entre los 'pequeños' agujeros negros estelares (menos de 100 veces la masa del Sol) y demasiado pequeño para encajar entre los descomunales agujeros negros supermasivos (más de 100.000 masas solares) que pueblan los centros de las galaxias.

"El rango de masas que desconocíamos también está poblado"

"Hay un rango de masas entre 100 y 100.000 soles donde no hay nada, es un desierto de agujeros negros. Esta detección lo que aporta es la primera evidencia de que ese rango de masas que desconocíamos también está poblado. Hemos encontrado el primer miembro de esa población", apunta José Antonio Font, catedrático de Astronomía y Astrofísica en la Universidad de Valencia y coordinador del proyecto Virgo en Valencia.

Este es probablemente el descubrimiento más importante en este campo desde que en 2016 se descubriera la primera onda gravitacional y los impulsores de LIGO ganasen el Nobel de Física tan solo un año después. 

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