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El 75 % de las personas con discapacidad no reciben los servicios sanitarios y sociales que necesitan de manera regular ni con la intensidad adecuada, una cifra que llega al 80 % en el caso de las mujeres con discapacidad. Además, el 81,6 % del colectivo enfrenta gastos adicionales en tratamientos o productos sanitarios.
Así lo denunció la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) este lunes, con motivo del Día Mundial de la Salud. Según su presidente, Anxo Queiruga, "los servicios sanitarios siguen enfrentando graves barreras físicas, comunicativas y de acceso a la información".
Cocemfe pide servicios sanitarios coordinados, accesibles y centrados en la persona
"Estas barreras, junto con el desconocimiento generalizado sobre las condiciones de vida de las personas con discapacidad, contribuyen a la exclusión social y limitan el desarrollo de la autonomía personal, así como el derecho a la salud y a una vida independiente", afirmó.
En este contexto, Cocemfe pidió una coordinación eficaz a todos los niveles como elemento esencial para crear un sistema sociosanitario público, universal y eficaz. Consideran que "un verdadero sistema sociosanitario debe contar con recursos y presupuesto suficientes, y adoptar un enfoque preventivo, comunitario y centrado en la persona".
Asimismo, subrayaron que "uno de los aspectos más preocupantes es la falta de equidad en el acceso a la Atención Temprana", y destacaron que "este servicio no debe depender del lugar de residencia, ya que es crucial para asegurar el desarrollo integral de niños, niñas y jóvenes con discapacidad".
Atención Temprana como derecho universal
Por todo lo anterior, la Cocemfe solicitó que la Atención Temprana sea reconocida como un derecho subjetivo universal, el cual debe ser garantizado desde el momento del diagnóstico. En este sentido, pidió la creación de una cartera común básica de servicios sanitarios que se ofrezca de manera uniforme en todo el territorio nacional. También destacó la importancia de invertir en la contratación de profesionales especializados y en la formación continua de los mismos, para asegurar que la calidad de la atención esté siempre a la altura de las necesidades de las personas. Además, hizo énfasis en la necesidad de que la intervención en Atención Temprana llegue también a los entornos rurales, permitiendo la participación activa de las familias en este proceso.
Además instó a garantizar la universalización de los servicios sanitarios y la atención social en todo el país, asegurando que todas las personas, sin importar su ubicación geográfica, tengan acceso equitativo a estos servicios. Reclamó, asimismo, la eliminación de las barreras físicas y administrativas que existen en los centros de salud, hospitales y servicios sanitarios de urgencias, de modo que las personas con discapacidad puedan acceder a la atención que necesitan sin obstáculos. En este marco, subrayó la necesidad de garantizar el acceso a tratamientos médicos adecuados y a tecnologías de apoyo, así como la eliminación de los sobrecostes sanitarios que actualmente deben asumir las personas con discapacidad.
Formación adecuada
La Confederación también abogó por una mejora sustancial en la formación del personal sanitario, con el fin de que estén adecuadamente preparados para atender a las personas con discapacidad de manera adecuada. Finalmente, Cocemfe exigió una reforma de la atención sociosanitaria, enfocándose en que se centre en las necesidades de la persona, con una clara perspectiva de género y de discapacidad, para que se garantice una atención integral y personalizada. Como concluyó Queiruga, "porque no puede haber salud sin derechos, reclamamos unos servicios sanitarios y sociales que estén plenamente coordinados, y que permitan avanzar en la inclusión, autonomía e igualdad de todas las personas".
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