Lectura fácil
Con el aumento de las temperaturas propio del verano, las personas mayores se vuelven todavía más vulnerables a los golpes de calor, especialmente aquellas con demencia. Para evitarlo, los profesionales de Ace Alzheimer Center Barcelona enfatizan la importancia de mantener ciertas rutinas para prevenir estas situaciones. Concretamente, los profesionales recomiendan mantener los hábitos durante las vacaciones de verano, visitar entornos conocidos y cuidar la alimentación y la hidratación.
Es habitual que la rutina de muchas familias cambie durante esta época del año, pero estas alteraciones pueden afectar directamente a las personas con Alzheimer. Es común que las personas con demencia tengan dificultad para recordar cuándo fue la última vez que bebieron, experimenten una menor sensación de sed y sigan una dieta poco variada. Además, es probable que estén expuestas al sol durante períodos más prolongados de lo habitual, lo que aumenta el riesgo de deshidratación.
Las personas con Alzheimer o Parkinson sufren los efectos adversos del calor
Las personas mayores de 75 años, especialmente aquellas con enfermedades crónicas como el Alzheimer o el Parkinson, son más susceptibles a los efectos adversos del calor. La limitación de la movilidad y el consumo de medicamentos que afectan el sistema nervioso central, como tranquilizantes o antidepresivos, así como los diuréticos, también pueden aumentar el riesgo de sufrir golpes de calor. Además, vivir solos puede aumentar el riesgo, ya que puede ser más difícil para ellos identificar los síntomas de la deshidratación, que son dolor de cabeza, mareos, respiración y frecuencia cardíaca aceleradas, e incluso cambios en el comportamiento.
Ace Alzheimer Center Barcelona ha puesto en marcha una serie de medidas de prevención en sus centros para ayudar a las personas que conviven con la enfermedad a enfrentar los desafíos del verano, garantizando un ambiente seguro y confortable para los pacientes.
- Mantenimiento de una temperatura adecuada: Se trata de mantener siempre un ambiente fresco y agradable en los espacios donde se encuentran los pacientes, evitando así la exposición a altas temperaturas que puedan generar malestar o deshidratación.
- Hidratación continua: Se proporciona una hidratación adecuada y continua a los pacientes, asegurando que tengan acceso a agua fresca y bebidas refrescantes durante todo el día. El personal de Ace Alzheimer Center Barcelona está atento a la ingesta de líquidos de cada paciente y les recuerda regularmente la importancia de mantenerse hidratados.
- Supervisión de la vestimenta: El personal se mantiene alerta para asegurarse de que los pacientes vistan ropa adecuada para el clima cálido. Se promueve el uso de prendas ligeras, transpirables y de colores claros, que faciliten la regulación de la temperatura corporal y eviten el sobrecalentamiento.
- Alimentación saludable: Se ofrece una alimentación equilibrada y rica en frutas y verduras frescas, adaptada a la estación del año. Se priorizan comidas ligeras y platos refrescantes que proporcionen los nutrientes necesarios para mantener una buena salud.
Los expertos advierten a los cuidadores y familiares
Montse Bergés, responsable de Enfermería de la Unidad de Atención Diurna de Ace, insta a los cuidadores a estar atentos y garantizar que las personas con demencia mantengan hábitos y rutinas saludables para hacer frente al calor. “Es importante tomar medidas adecuadas según los hábitos y rutinas de cada persona, como asegurarse de que beban agua regularmente y, si la persona no tiene capacidad para pedirla, ofrecerle tomar un poco con frecuencia; evitar salir a la calle durante las horas más calurosas (como el mediodía o las primeras horas de la tarde); evitar comidas demasiado calientes o contundentes y asegurarse de que visten ropa ligera. Además, si la persona con Alzheimer vive sola, es vital mantener un contacto frecuente con ella, así como revisar la medicación con el médico si esta puede influir en la termorregulación”, enfatiza Bergés.
Por su parte, América Morera, subdirectora de la Unidad de Atención Diurna de Ace, destaca la importancia de adaptarse a las necesidades y capacidades de cada persona. Además, explica la necesidad de que los cuidadores principales también puedan descansar durante esta época. Morera señala: "No es necesario renunciar a las vacaciones, se trata de adaptarnos a la nueva situación para que el verano pueda ser un tiempo de descanso y comodidad para todos".
Los expertos insisten también en la importancia de realizar actividades de estimulación cognitiva, como la lectura, los paseos o la pintura. Mantener una actividad cognitiva y física diaria es fundamental, estableciendo pautas y participando en tareas sencillas como poner la mesa o jugar una partida de dominó. Estas actividades ayudan a evitar situaciones de ansiedad o estrés causadas por un exceso de estímulos. Los entornos conocidos y ambientes relajados son los más adecuados para que las personas con esta enfermedad se sientan cómodas y eviten situaciones de peligro y desorientación.
Es crucial que los cuidadores y el entorno cercano de las personas con demencia estén atentos a la posible aparición de los síntomas y, en caso necesario, se pongan en contacto con los servicios sanitarios. La atención y vigilancia adecuadas pueden marcar la diferencia en la salud y bienestar de las personas con demencia durante el verano.
Añadir nuevo comentario