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Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el apellido más común en España es García, que ostenta una notable cifra de 1.449.474 portadores. Este apellido se ha mantenido en la cima del ranking durante décadas, superando a otros apellidos populares como López, Pérez y Sánchez. Este predominio se debe a diversos factores históricos y culturales que han contribuido a su difusión a lo largo del tiempo.
En la segunda posición se encuentra Rodríguez, con aproximadamente 930.746 personas que lo llevan como primer apellido, y 941.085 como segundo.
En un cercano tercer lugar está González, que cuenta con 925.285 en su primera aparición y 934.030 en la segunda. Estos apellidos reflejan la rica herencia cultural de España y su evolución a lo largo de los siglos. Sin embargo, mientras que muchos apellidos gozan de popularidad, otros son considerados verdaderas rarezas.
Nonó: el apellido extraño
En el extremo opuesto de la escala se encuentra el apellido Nonó, que es uno de los menos utilizados en el país. Este apellido tiene solo 106 portadores registrados, lo que lo convierte en una curiosidad estadística. De estos, 63 personas lo llevan como primer apellido y 43 como segundo, sin que nadie lo porte en ambas posiciones. La mayoría de los registros de este apellido se encuentran en comunidades como Madrid, Valencia, Barcelona y Gerona, siendo Cataluña la región con más registros.
Este fenómeno pone de manifiesto la diversidad de apellidos en España y cómo algunos, a pesar de ser poco comunes, pueden tener su propia historia y relevancia cultural.
El INE también ha publicado una lista de otros apellidos poco comunes en el país, como Zaharie, Fulga y Voinescu, que son más típicos de otras nacionalidades. Estos apellidos, aunque menos utilizados, enriquecen el panorama onomástico español y destacan la influencia de diversas culturas en la sociedad española.
Nombres en peligro de extinción
El estudio del INE no se limita a apellidos; también incluye un análisis de nombres menos comunes en la actualidad.
Mientras que nombres como Izan, Liam, Noa y Luna están en auge, hay otros nombres que, en su tiempo, fueron más populares, pero que ahora son considerados extraños o incluso excéntricos. Afrodisia y Frumencio son ejemplos de nombres en peligro de extinción.
Solo quedan 20 mujeres con el nombre Afrodisia, cuya edad media es de 85.3 años, y 30 hombres llamados Frumencio, con una media de 78 años. Si estas tendencias continúan, es probable que estos nombres desaparezcan junto con sus portadores.
La fascinante dinámica de los apellidos y nombres en España no solo refleja cambios demográficos y culturales, sino también la evolución de la sociedad en su conjunto. La presencia de apellidos como García junto a los poco comunes como Nonó pone de relieve la diversidad y complejidad de la identidad española.
Mientras algunos apellidos se consolidan en el tiempo, otros luchan por sobrevivir en un mundo que cambia constantemente. La investigación de estas cuestiones, llevada a cabo por instituciones como el INE, es esencial para comprender la rica tapezaría cultural de España y cómo la sociedad evoluciona.
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