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Una investigación realizada en el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal ha afirmado que las arañas no solo duermen, sino que también experimentan sueños. Es el caso de una especie de araña saltadora.
Las arañas que imitan los movimientos de otros animales durante el sueño
En alguna que otra ocasión nos hemos parado a pensar si los animales pueden soñar. Pues bien, una investigación del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal ha afirmado que las arañas saltadoras tienen espasmos similares al REM cuando duermen, por lo que imitan la forma de otras especies animales.
La encargada de descubrirlo ha sido Daniela C., quien observó que esta especie de araña se movía de la misma fanera que los gatos y perros cuando están dormidos, lo que da lugar a las pequeñas fases REM.
REM hace referencia al sueño de movimientos oculares rápidos, es decir, un estado de parálisis muscular parcial o casi total que se desarrolla cuando dormimos, al mismo tiempo que el cerebro permanece activo, en estado de vigilia.
Este hecho se ha observado ya en algunos mamíferos, aves, reptiles y peces, y ahora también en las arañas. De hecho, se piensa que los pulpos y sepias también cuentan con una fase REM que implica movimientos oculares y contracciones de los tentáculos.
La anatomía ocular de esta especie de araña es la clave para un futuro científico
La investigación de Daniela se centra en la especie de araña Evarcha arcuata, una especie que se deja caer produciendo espasmos en el abdomen o en las patas hasta que finalmente queda acurrucada y dormida.
Para descubrir si las arañas tenían sueños o no, se ha recurrido a la anatomía ocular de esta especie. Aunque la mayoría no pueden mover los ojos, esta especie cuentan con largos tubos que se mueven detrás de sus ojos principales.
En total se pudieron observar 34 crías de esta especie en concreto.
Una investigación aún abierta
A pesar del gran descubrimiento acerca de los sueños en estas especies de arañas, no es una conclusión definitiva, sino que requiere mayor investigación. Lo primero es comprobar que el descubrimiento se corresponde con un estado real de sueño, y por otro lado, verificar que sus cerebros están activos de alguna forma durante el sueño, algo que no es nada sencillo.
También es necesario encontrar la forma de averiguar si la actividad cerebral que alcancemos a registrar en dichas arañas es comparable con la que tenemos los humanos en cuanto a la obtención de imágenes mientras dormimos.
Aun así, en el caso de que la investigación obtenga mayores consecuencias, estas no serán graves, sino que se centrarán en arrojar más información sobre las fases REM y sobre esta especie de araña. Sin duda, se trata de un hecho histórico dentro del mundo científico, sobre todo del estudio de especies tan concretas como esta.
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