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La artritis psoriásica es el fruto de la unión de dos enfermedades, y si, es posible que esto pase, dándose al mismo tiempo y resultando en una enfermedad crónica.
Para empezar, definamos un poco:
- Artritis: enfermedad que da lugar a una hinchazón en las articulaciones.
- Psoriasis: enfermedad que afecta a la piel causando lesiones escamosas que pican.
Conociendo la artritis psoriásica
Esta enfermedad aparece tras el diagnóstico de la psoriasis. A parte de las lesiones en la piel que se dan, también acontece una reacción inflamatoria en las articulaciones relacionada con esa enfermedad.
Hay casos en los que en la artritis psoriásica presenta la inflamación en las articulaciones antes que las lesiones, o incluso a la vez.
Los pacientes con esta enfermedad son crónicos, por ello se necesita un diagnóstico precoz de la enfermedad, porque la enfermedad empeorará, y por ello es tan necesario tomar medidas que mejoren la calidad de vida de las personas que la tienen.
Según Artritis Psoriásica, existen 3 tipos diferentes de dicha patología:
- Axial: la afectación se concentra en la columna vertebral.
- Periférica: aparece en todo el cuerpo, excepto en la columna.
- Mixta: impacta tanto en la columna como en el cuerpo en general.
Entre los síntomas de la artritis psoriásica podemos encontrar:
Hinchazón en los dedos de pies y manos, pero esto puede darse en otras partes del cuerpo.
- Aparición de rigidez.
- No poder moverse con agilidad.
- Tener dificultades para cerrar y abrir las manos.
Otros síntomas son:
- Lesiones en las uñas, la piel (incluso con afectación en el cuero cabelludo).
- Placas enrojecidas.
- Inflamación de los ojos (uveítis).
- Dolor en la zona de la espalda.
Cabe destacar que nos encontramos ante una enfermedad autoinmune, por lo que aún hay muchas dudas al respecto entre los expertos. Pero según los estudios, la artritis psoriásica puede ser de origen genético.
Tratamiento de la enfermedad
El tratamiento está centrado en mejorar la calidad de vida de los pacientes diagnosticados, y son de uso esencial los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, combinados con inmunodepresores. Además, la fisioterapia sirve de gran ayuda.
Pero hay algunos casos un poco más extremos, en los que una de las articulaciones está gravemente dañada, y más cuando no hay un tratamiento óptimo, por lo que se puede realizar un reemplazo de la articulación, pero son casos más extremos.
La artritis psoriásica es una enfermedad más común en mujeres y hombres a partir de los 30 años, pero también puede afectar a los niños. No todos los casos son tan extremos como el anterior, por lo que con medicación y fisioterapia pueden ayudar a tener la enfermedad bajo control. Pero estar atentos a la sintomatología es importante para mejorar esa calidad de vida, ya que a día de hoy no existe cura para ella.
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