Lectura fácil
La organización Manos Unidas considera fundamental la ayuda humanitaria para atender y dar respuesta a las necesidades que la pandemia de COVID-19 entre las personas más vulnerables ya que el coronavirus está empeorando los niveles de pobreza, inseguridad alimentaria y la pérdida de ingresos de las comunidades más vulnerables.
Manos Unidas frente a los efectos de la pandemia del coronavirus
La pandemia de coronavirus agrava las consecuencias de las diferentes crisis humanitarias de todo el mundo y dificulta la ayuda y asistencia humanitaria.
El mundo entero debe luchar por una actividad fundamental para paliar las dramáticas consecuencias que crisis climáticas, sanitarias, migratorias o las provocadas por la guerra y los conflictos, entre otras, tienen sobre millones de personas vulnerables.
“Para Manos Unidas éste, está siendo un año sin precedentes en sus más de sesenta años de historia”, asegura Ricardo Loy, secretario general de la organización. La organización, al igual que otras muchas entidades y empresas, tuvo que adaptar su modo habitual de trabajo durante el confinamiento a las circunstancias que esta pandemia mundial exige.
“De estudiar la viabilidad de los proyectos de desarrollo, que son los que normalmente apoyamos, nos hemos visto abocados a valorar y aprobar a contrarreloj más de un centenar de iniciativas de emergencia con las que hemos podido dar apoyo a miles de personas, pertenecientes a los colectivos de población más vulnerables y empobrecidos que, de la noche a la mañana, se vieron encerrados en sus casas, sin posibilidad de salir a ganarse el sustento diario”, informa Loy
La ayuda humanitaria, una garantía de vida
Manos Unidas dirige la atención hacia una actividad que consideran esencial, la ayuda humanitaria como una garantía de vida para muchas personas que viven en riesgo de exclusión social.
El COVID-19 coincide en ciertos territorios con otras amenazas como desastres naturales y conflictos. Es muy importante que tomemos conciencia de que cuatro de cada diez hogares y cinco de cada diez escuelas del mundo no tienen acceso a agua potable ni jabón.
La ONG de la Iglesia católica ha enviado -desde el mes de marzo- cerca de tres millones de euros, que se materializaron en kits de comida, productos de higiene y material sanitario, repartidos en Asia, América Latina y África.
“Con esta ayuda, que no podíamos dejar de enviar, porque sabíamos que la situación más allá de nuestras fronteras era insostenible, hemos conseguido, de alguna manera, mitigar el hambre y las carencias de más de 1 millón de personas”, explica el Secretario General de Manos Unidas.
"Si no fuera por estas ayudas, estaríamos hablando de crisis mucho mayores”
Según datos recogidos en su Memoria de Actividades, en el año 2019, Manos Unidas multiplicó por dos sus intervenciones de emergencia, frente a 2018.
La ONG aprobó 64 proyectos, por importe de más de 3,7 millones de euros, destinados a acciones de emergencia para paliar las consecuencias de crisis provocadas por conflictos y desastres naturales y a iniciativas de ayuda humanitaria relacionadas con necesidades y situaciones graves en el tiempo, como es el caso del acompañamiento a migrantes, refugiados y desplazados en países de Oriente Medio, África y América Latina.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que este año 168 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria y que el coronavirus multiplicará su sufrimiento y necesidades.
Añadir nuevo comentario