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Con cada misión espacial que se lanza, la basura espacial aumenta. Toneladas de desechos de cohetes, satélites y otros objetos, llevan tiempo acumulándose en la órbita de nuestro planeta, rodeándolo por completo. Un problema que ya empieza a tener consecuencias con la caída de estos residuos a la Tierra. De momento, los que han caído lo han hecho en mares, zonas despobladas o se han acabado desintegrando en la atmosfera, ya que han sido programados. Ahora le ha tocado a la costa mediterránea vivir una escena propia de un apocalipsis.
Una hilera de bolas de fuego cruzaron la Península y fue especialmente visible en Andalucía. No era una lluvia de asteroides como la que acabo con los dinosaurios, ni mucho menos cometas. Se trataba más bien de basura espacial, la que generó el cohete chino Chang Zheng 2F(CZ-2F) de su etapa superior. Los trozos desprendidos por el cohete, empezaron a arder al entrar en contracto con la atmósfera, creando así las espectaculares bolas de fuego.
Basura espacial ¿una catástrofe medioambiental?
Muchos alzaron la vista a la noche oscura en Andalucía, y otras zonas de España, para poder observar cómo una hilera de bolas de fuego parecía llegar a la tierra, una imagen propia de las películas de ciencia ficción cuando se prevé un cataclismo mundial. Sin embargo, lo que ocurrió la pasada noche fue causado por un problema más real que puede tener consecuencias igual de graves al tratarse de una catástrofe medioambiental colosal: la basura espacial.
Aunque la basura espacial se encuentra fuera del planeta Tierra, eso no significa que no suponga ningún problema ni riesgo medioambiental, pues no deja de ser contaminación y una muy grave, ya que rodea todo el globo. Se trata de toneladas de residuos que se van estancando en la órbita por el lanzamiento de misiones espaciales o de satélites ya inactivos.
En 2021, un estudio presentado en la Conferencia Europea sobre Basura Espacial, remarcó el problema al considerar que se estaba subestimando, ya que, en el peor de los escenarios, estos desechos podrían aumentar en 50 veces para 2100 llegando a imposibilitar el acceso al espacio. Para Hugh Lewis, investigador de la Universidad de Southampton y coautor del estudio, comentaba para el 'New York Times', que "hay motivos para estar alarmados".
El cohete Chang Zheng
El Chan Zheng, fue lanzado el pasado 5 de junio, como parte de la misión Shenzhou 14, para llevar a tres astronautas al módulo Tianhe, dentro de la estación espacial china. Desde el proyecto SMART del Instituto de Astrofísica de Andalucía, pudo observarse con mayor detalle la forma en la que los restos desprendido del cohete Zheng, entraban en contacto con la atmósfera generando una lluvia de bolas de fuego, que afortunadamente no supuso ningún peligro, ya que se extinguieron en aguas del Mediterráneo, repartidas entre Marruecos, España y Argelia.
Según el investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, José María Madiedo, comentó a la agencia EFE, que se trataba de una acción programada por parte de la misión China, para evitar que los restos del cohete se quedasen orbitando al rededor de la Tierra, acumulando aún más basura espacial.
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