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Según un nuevo estudio publicado en el Journal of the American Heart Association, trotar o caminar a paso ligero no es la única forma de reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Las actividades de cuidado personal como las tareas cotidianas, la jardinería, cocinar y bañarse, conocidas como el movimiento de la vida diaria, pueden ser muy beneficiosas para la salud del corazón.
Las enfermedades cardiovasculares suponen un cuarto de las muertes en España
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte entre mujeres y hombres en gran parte del mundo. Sin ir más lejos, en España el pasado 2021, murieron 119.853 personas por causa cardiovascular, lo que supuso el 24,3% de los fallecimientos totales. Practicar ejercicio físico es fundamental para prevenir enfermedades. Así, saliendo a correr, a caminar o yendo a clases en algún gimnasio, podemos reducir el riesgo de sufrir alguna enfermedad, como son las que afectan a nuestro corazón.
Recientemente un estudio ha descubierto que no tan sólo practicando ejercicio físico podemos reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, pues el simple hecho de realizar tareas cotidianas en casa puede ayudar y proporcionarnos muchos beneficios para el corazón.
Realizar tareas cotidianas puede salvarte la vida
El mero hecho de realizar actividades cotidianas, denominadas movimiento de la vida diaria, como las tareas domésticas, la jardinería, la cocina y las actividades de autocuidado, como ducharse, puede ser muy beneficioso para la salud cardiovascular. El experto de la Escuela de Salud Pública Herbert Wertheim y primer autor del estudio, Steve Nguyen, explicó que esto “demuestra que todo movimiento cuenta para la prevención de enfermedades".
Los investigadores midieron la actividad física de casi 5.416 mujeres estadounidenses, que tenían entre 63 y 97 años y que no tenían enfermedades cardíacas al comienzo del estudio. Para ello utilizaron un acelerómetro de grado de investigación durante un máximo de siete días para obtener medidas precisas de cuánto tiempo pasaron moviéndose y, lo que es más importante, los tipos de comportamientos comunes de la vida diaria que dan como resultado el movimiento y que a menudo no se incluyen en estudios previos de actividad leve y moderada.
En comparación con las mujeres que realizaban menos de dos horas diarias de movimiento en la vida diaria, las que realizaban al menos cuatro horas de movimiento en la vida diaria tenían un 43 % menos de riesgo de enfermedad cardiovascular, un 43 % menos de riesgo de enfermedad coronaria, un 30 % menos de riesgo de accidente cerebrovascular y, sobre todo, un 62 % menos de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
A lo largo del estudio 616 mujeres fueron diagnosticadas con enfermedad cardiovascular, 268 con enfermedad coronaria, 253 sufrieron un accidente cerebrovascular y 331 murieron por enfermedad cardiovascular. "Gran parte del movimiento que realizan los adultos mayores está asociado con las tareas cotidianas, pero es posible que no se considere actividad física”, añadía Andrea. LaCroix, autora del estudio y jefa de la División de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública Herbert Wertheim.
Queda claro que, aunque a veces nos dé pereza y parezcan tareas aburridas, planchar, barrer o fregar el suelo, pasar la aspiradora, lavar los platos o hacer la colada, las tareas cotidianas literalmente pueden estar salvándonos la vida.
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