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Las bolsas de vacío son una herramienta de gran valor tanto en la cocina como en la industria alimentaria, puesto que con ellas es posible prolongar la vida útil de los alimentos, manteniendo su frescura y preservando sus nutrientes.
Es cierto que estas bolsas son fáciles de usar; no obstante, con algunos consejos y trucos les sacarás el máximo partido. Por eso, a continuación, te listamos una serie de recomendaciones para que las utilices de la mejor forma.
#1 Selección de bolsas de vacío de calidad
Para poder obtener buenos resultados al conservar los alimentos, es esencial comenzar por hacer la elección de las bolsas de vacío que se usarán. Estas deben ser de la mejor calidad, hechas con materiales resistentes y duraderos que aseguren un sellado hermético y aseguren la protección de los alimentos de la exposición al aire y la humedad.
Además, tienen que haber sido diseñadas específicamente para uso alimentario y aptas para su utilización en máquinas de envasado al vacío.
#2 Preparación de los alimentos antes de envasarlos
Los alimentos deben tener condiciones óptimas para ser almacenados al vacío. Por lo tanto, lava y seca por completo los alimentos frescos (frutas, verduras y carnes) antes de envasarlos. Remueve cualquier exceso de líquido o grasa, que podría afectar el sellado y la calidad del envasado.
#3 Sellado adecuado
El sellado adecuado de las bolsas de vacío es fundamental para asegurar la frescura y conservación de los alimentos. La mejor forma de hacerlo correctamente es seguir las instrucciones del fabricante de tu máquina de envasado para obtener un sellado hermético.
No debe haber arrugas ni pliegues en la bolsa antes de sellarla, de lo contrario, la calidad del sellado se verá comprometida y entrará el aire.
#4 Etiquetado y fechado
Cuando envases los alimentos al vacío, tienes que etiquetar y fechar cada una de las bolsas. Esto se hace con el objetivo de identificarlos fácilmente en el futuro y controlar su vida útil. Para esto último, debes conocer la duración de alimentos en bolsas de vacío, lo que te permitirá usarlos antes de que caduquen.
Anota la fecha en la que se envasaron los alimentos y, si es necesario, escribe información adicional como el tipo de alimento y las instrucciones de cocción o descongelación.
#5 Congelación de alimentos en bolsas de vacío
Las bolsas de vacío son eficientes para la congelación de alimentos. Sin embargo, antes de congelarlos, tienen que estar completamente fríos para evitar que haya condensación en el interior de la bolsa.
Mete los alimentos en la bolsa, elimina el exceso de aire, deja espacio suficiente para permitir la expansión durante la congelación y procede a sellar la bolsa.
#6 Descongelación adecuada
Cuando vayas a utilizar los alimentos que han sido congelados en bolsas de vacío, es importante que los descongeles correctamente para mantener su calidad. La forma más segura de hacerlo es trasladarlos del congelador al refrigerador y dejar que se descongelen lentamente a lo largo de la noche. Si lo haces así, se preservarán tanto la textura como el sabor de los alimentos.
#7 Reutilización de las bolsas de vacío
En muchos casos, las bolsas de vacío pueden reutilizarse, especialmente cuando han sido usadas para almacenar alimentos secos o no grasos. Para poder volver a usarlas, asegúrate de que estén completamente limpias y secas.
En cuanto a las bolsas que han contenido alimentos grasos o líquidos, la limpieza puede ser más difícil, siendo lo más recomendable utilizar una nueva bolsa para garantizar la frescura y la higiene.
#8 Almacenamiento organizado
Cuando utilices bolsas de vacío para almacenar alimentos, es aconsejable mantener un sistema organizado. Apila las bolsas ordenadamente en el congelador, asegurándote de que estén etiquetadas y fechadas correctamente.
Usar este método te permitirá encontrar fácilmente los alimentos que necesitas y evitar el desperdicio al utilizarlos antes de que caduquen.
#9 Experimenta con diferentes alimentos
Si bien las bolsas de vacío suelen usarse para alimentos básicos como carnes y verduras, no tienes que limitarte en lo que puedes almacenar. Puedes envasar frutas para mantener su frescura, quesos para prolongar su vida útil, e incluso productos horneados para mantener su textura y sabor.
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