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Las plántulas de la selva tropical tienen más probabilidades de sobrevivir en los bosques naturales que en lugares donde se ha producido tala, incluso si se han llevado a cabo proyectos de restauración de árboles.
Esa es la principal conclusión de un estudio liderado por la Universidad de Exeter (Reino Unido) y publicado este martes en la revista ‘Global Change Biology’. Los científicos monitorearon más de 5.000 plántulas (esto es, primeros estadios de una planta, desde que germina hasta que brotan las primeras hojas) durante un año y medio en el norte de Borneo.
Los autores estudiaron un paisaje que contenía tanto ecosistemas naturales como áreas taladas hace 30 años, algunas de las cuales se estaban recuperando de forma natural, mientras que otras habían sido restauradas con métodos que incluían la plantación de árboles.
Los bosques restaurados, naturales y talados no se recuperan a la misma velocidad
Al principio, tanto el bosque natural como el restaurado tenían un número similar de plántulas en comparación con el bosque en recuperación natural, lo que sugiere que las actividades de restauración mejoraron la producción de frutas.
Pero estos beneficios no duraron por la baja supervivencia de las plántulas en los bosques restaurados, mientras que esta es mayor en las masas boscosas libres de tala.
En conjunto, la regeneración puede verse amenazada por varios factores dependiendo del enfoque de restauración: disponibilidad de semillas en sitios en recuperación natural y supervivencia de las plántulas en sitios donde los árboles plantados han madurado.
“Nos sorprendió ver que los sitios de restauración tenían una menor supervivencia de las plántulas. Tras un evento de fructificación tan productivo en el bosque restaurado, es decepcionante que tan pocos hayan podido sobrevivir y pensar en lo que esto podría significar para la recuperación a largo plazo de diferentes especies de árboles”, según Robin Hayward, que llevó a cabo la investigación durante su doctorado en la Universidad de Stirling (Reino Unido).
Si bien se ha demostrado que la restauración beneficia la acumulación de biomasa (la cantidad total de crecimiento) en estos bosques, la nueva investigación indica que esto aún no permite el establecimiento completo de la próxima generación de plántulas.
David Bartholomew, que trabajó en la Universidad de Exeter durante el estudio y ahora lo hace en Botanic Gardens Conservation International, señala: “Las plántulas están experimentando estrés en los bosques talados. Esto podría deberse a cambios en la estructura del dosel, el microclima y el suelo, y son insuficientes los tratamientos de restauración actuales para eliminar este estrés”.
“En particular, las especies altamente especializadas parecen luchar por sobrevivir, dejando a las comunidades con una diversidad de especies reducida en comparación con los bosques intactos”, añade.
Las plantas muestran estrés en bosques talados, y las especies luchan por sobrevivir
Daisy Dent, de ETH Zúrich (Suiza) y el Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales (Panamá), menciona varias explicaciones para estos resultados. “Por ejemplo, los animales que comen semillas -como los jabalís barbudos- pueden ser atraídos a zonas forestales restauradas para comer las semillas y plántulas más abundantes, en lugar de trasladarse a bosques adyacentes talados de mala calidad”, indica.
Dent añade que, “en estos ecosistemas naturales, los animales potencialmente se mueven más libremente y, por lo tanto, no agotan los suministros de semillas de la misma manera”.
La tala selectiva de bosques prevalece en todos los trópicos y la recuperación a largo plazo es crucial para mantener las reservas de carbono y una alta biodiversidad. Por lo tanto, las bajas tasas de supervivencia de las plántulas tres décadas después de la tala plantean preocupaciones sobre posibles fallos de regeneración en futuras generaciones de árboles.
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