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En los últimos años hemos visto cómo el bruxismo iba ganando terreno y asentándose como un síntoma doloroso e incómodo. Normalmente, este se asociaba a cuadros de ansiedad o depresión, pero los investigadores empiezan a ver relación con otras enfermedades. Este tipo de síntoma, suele afectar principalmente a niños, tanto es así que entre el 15 y el 40 % de los casos se da en ellos. Algo menor es el porcentaje en adolescentes, con un 12 %, pero no deja de ser significativo.
En adultos va rebajando su frecuencia, pero tampoco es una patología descartable. El bruxismo se genera en el momento en el que los músculos de nuestras mandíbulas se contraen con intensidad, llegando a generar rozaduras con los dientes. Esto además de perjudicar a nuestros dientes, también nos generan dolores musculares intensos que incluso pueden derivar en cefaleas en los casos más graves. Pero, ¿Qué otras enfermedades pueden estar detrás?
Otras patologías detrás del bruxismo
Como mencionábamos, se encuentra muy relacionado con trastornos de ansiedad, estrés elevado o depresión. Sin embargo, se ha visto que podría estar relacionado con enfermedades como alergias, sinusitis, rinitis o incluso con el reflujo gastroesofágico (ERGE). Así lo explicaba Néstor Montesdeoca García, medico especializado y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial, de Cabeza y de Cuello (SECOMCyC).
El experto señalaba en una entrevista para Infusalus, que esta patología suele darse por la noche y de momento se sabe que está relacionado con la activación del sistema nervioso autónomo de alerta, generando un incremento de la frecuencia cardíaca y la actividad del cerebro durante todo el sueño, lo que llega a provocar microdespertares. Entre otras cuestiones, también destacó que esta patología podría llegar a tener un componente genético.
"Una historia familiar de bruxismo es un factor de riesgo", advertía Montesdeoca. En lo referente a esa relación con otras enfermedades, comenta que existen estudios que encuentran un lazo entre la rinitis alérgica y las dificultades respiratorias nasales como posibles causantes. "Aunque la idea de tratar la rinitis alérgica para aliviar el bruxismo en estos pacientes resulte sugerente, no me atrevería a afirmar que tratando la primera solucionaremos el bruxismo".
"Por otra parte, existe una fuerte asociación entre la apnea del sueño (ronquido con pausas respiratorias) y el apretamiento dental nocturno. Se ha relacionado igualmente con el reflujo gastroesofágico", añade.
La salud mental
A pesar de que pueden existir algunas causas que generen esta patología que no tengan que ver con la salud mental, la gran mayoría sí que está relacionada. El doctor señala que suele estar muy presente en personas autoexigentes, con cuadros de ansiedad o que se encuentren consumiendo drogas como cocaína o éxtasis, así como antidepresivos, café o alcohol.
"Se asocia con otros trastornos del sueño con las parasomnias en la infancia (eneuresis, sonambulismo, etc.) y la apnea obstructiva del sueño en adultos. También como enfermedades neurológicas degenerativas, daño cerebral isquémico, hemorrágico o traumático, síndrome de Down, así como con la parálisis cerebral o el autismo", detalla. Sin embargo, el experta insta a realizar un diagnóstico de bruxismo clínico, si notamos que podemos estar sufriéndolo.
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