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Es normal consumir alcohol y fumar un cigarrillo cuando asistimos a fiestas o simplemente por pasar el rato. ¿Pero eres consciente de que podrías aumentar el riesgo de padecer cáncer?
Y es que, alrededor de 741.000 nuevos casos de cáncer diagnosticados en 2020 en todo el mundo se asociaron con el consumo de alcohol y el 86 % fueron atribuibles a una ingesta excesiva o de riesgo, si bien uno de cada siete estuvieron ligados a un consumo “ligero a moderado”. Tres cuartas partes se detectaron en hombres.
Así lo concluye un nuevo estudio dirigido por científicos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), adscrita a la Organización Mundial de la Salud, y cuyos resultados se publican en la revista ‘The Lancet Oncology’.
Cuanto menos alcohol consumas, menor será tu riesgo de cáncer
Según el estudio, el consumo de alcohol aumenta el riesgo de aparición de cáncer en la cavidad oral, faringe, laringe, esófago, colon y recto, hígado y mama femenina y los tipos de cáncer con el mayor número de casos nuevos en 2020 asociados con la toma de esta sustancia fueron el de esófago (190.000 casos), el de hígado (155.000 casos) y el de mama femenino (98.000 casos).
La investigación indica que, aunque los patrones de consumo excesivo y de riesgo -más de dos bebidas alcohólicas por día- representaron el 86 % del total de casos atribuibles al alcohol, el consumo “ligero a moderado” -hasta dos bebidas alcohólicas por día- supusieron uno de cada siete casos y más de 100.000 nuevos cánceres en todo el mundo el pasado ejercicio.
Más del 4 % de los cánceres globales se deben a la ingesta de bebidas alcohólicas y, por tanto, totalmente evitables y prevenibles
Las proporciones de nuevos casos de cáncer que podrían haberse evitado si nadie en la población consumiera alcohol fueron más bajas en África del Norte y Asia Occidental (menos del 1 % en ambos sexos) y más altas en hombres en Asia Oriental (9 %) y Europa Central y Oriental (8 %) y en mujeres en Europa Central, Oriental y Occidental, Australia y Nueva Zelanda (3 %).
“Estas estimaciones brindan una idea de la carga global de cáncer atribuible al consumo de alcohol según el sexo, el sitio del cáncer y el país o región del mundo”, precisó la doctora Harriet Rumgay, investigadora de la IARC y autora principal del artículo, al tiempo que resaltó que incluso un consumo leve o moderado "tiene un impacto significativo en la carga del cáncer".
En la misma línea, a la luz de los datos que arroja el informe, la directora adjunta de la unidad de Vigilancia del Cáncer de la IARC, la doctora Isabelle Soerjomataram, urgió a implementar políticas e intervenciones “efectivas” con el fin de “aumentar la conciencia pública” sobre el “vínculo” entre el consumo de alcohol y el riesgo de padecer cáncer, así como para disminuir el consumo general de esta sustancia con el objetivo de prevenir la prevalencia de los cánceres atribuibles al alcohol.
Los responsables del estudio reclaman más medidas frente a este problema por parte de las autoridades
Necesitamos con urgencia crear conciencia sobre el vínculo entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer entre los responsables políticos y el público en general.
El contexto local es esencial para una política exitosa sobre el consumo de alcohol y será clave para reducir los casos de cáncer relacionados con la bebida.
No solo sufren estos cánceres los más expuestos, los que más beben. Según los datos que aporta el estudio, casi el 15 % de los cánceres globales generados por la ingesta de alcohol los sufren bebedores moderados, es decir, gente que toma menos de dos cervezas al día. En total, más de 100.000 personas a las que se descubrió un cáncer en 2020.
Puesto en contexto global, es un dato que obliga a tomar medidas. Porque los datos de ventas supondrían que todas las personas mayores de 15 años consumen, de promedio, una bebida alcohólica al día.
¿Por qué el alcohol aumenta el riesgo de cáncer?
Cuando se bebe alcohol, el cuerpo lo convierte en una sustancia química llamada acetaldehído. El acetaldehído daña el ADN y no le permite al cuerpo reparar el daño. Cuando se daña el ADN, una célula puede comenzar a crecer sin control y formar un tumor canceroso.
Todo depende de ti, tú tienes la iniciativa para empezar a dejar el alcohol. Pero si se te hace difícil, empieza por beber dos vasos menos por semana, y poco a poco reduce la cantidad de trago que consumes. Recuerda que evitar el consumo de bebidas alcohólicas no significa dejar de divertirte, asistir a fiestas, o pasar tiempo con tus amigos.
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