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El cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más comunes entre las mujeres en España. Según el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica, este año se diagnosticarán más de 37.600 casos de este tipo de cáncer en el país. Esta cifra continúa la tendencia creciente de la incidencia de este tipo de tumor en la población femenina, lo que refleja una preocupación constante sobre la salud pública. Sin embargo, lo que sorprende es que la mortalidad porha disminuido de forma significativa en las últimas décadas.
Los casos de cáncer de mama crecen, pero las muertes disminuyen
A pesar de que cada año se detectan más casos de cáncer de mama, las muertes están en descenso, un fenómeno que puede parecer contradictorio pero que tiene una explicación. Estíbaliz García, responsable de prevención en la Asociación Española contra el Cáncer, explica que el aumento de diagnósticos está relacionado con los avances en la detección precoz.
García señala que, aunque hay más casos diagnosticados, también se está haciendo un mayor esfuerzo para detectar los tumores en etapas tempranas. Las pruebas de detección, como la mamografía, han mejorado y se realizan con mayor frecuencia, lo que permite identificar el cáncer antes de que cause daños graves.
De hecho, en la Comunidad de Madrid, el año pasado hubo un aumento del 15 % en la participación de mujeres en las pruebas de cribado, lo que resulta en diagnósticos más tempranos y, por lo tanto, en tratamientos menos agresivos y una mayor tasa de supervivencia.
¿Qué factores influyen en el número de casos?
La experta también destaca que factores demográficos como el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida están contribuyendo al aumento de diagnósticos. A medida que la población española vive más tiempo, aumenta la cantidad de mujeres que llegan a la franja de edad más propensa a desarrollar cáncer de mama, entre los 50 y 69 años.
Además, existen ciertos factores de riesgo modificables que pueden influir en el desarrollo de este cáncer. Uno de ellos es el consumo de alcohol, que está relacionado con un mayor riesgo debido a su capacidad para aumentar la producción de estrógenos, favoreciendo el crecimiento de células tumorales.
A pesar de que la relación entre el alcohol y el cáncer de mama es menos conocida que la del tabaco, García subraya que es un factor de riesgo importante.
Otro factor relevante es la alimentación. Según García, una dieta saludable podría reducir el riesgo de cáncer en hasta un 30 %. El sobrepeso, especialmente la grasa visceral, también aumenta el riesgo, especialmente en mujeres posmenopáusicas. Además, el sedentarismo se asocia con un aumento del 71 % en el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
Tratamientos eficaces y avances en la investigación
A pesar del aumento de diagnósticos, lo positivo es que cada vez hay menos muertes por cáncer de mama, lo que se debe a la mejora de los tratamientos, los avances en la investigación y la detección precoz.
García señala que la supervivencia ha mejorado, y que el cáncer de mama detectado en fases tempranas tiene una tasa de éxito de tratamiento muy alta, cercana al 98 %.
Este progreso se debe a los esfuerzos de investigación, el desarrollo de tratamientos más específicos y personalizados, y la mayor conciencia sobre la importancia de hábitos de vida saludables.
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