Descubre cómo saber si una casa tiene cargas o no antes de comprarla

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06/11/2021 - 11:00
Imagen de una casa con una montaña de dinero

Lectura fácil

Comprar una casa es una de las inversiones más importantes que se hacen en la vida, por eso es muy importante realizar correctamente todo el proceso y averiguar si se esa casa tiene cargas, para no llevarse después sorpresas desagradables. Aún así, si descubres que la vivienda de tus sueños tiene cargas, no te preocupes. Aunque algunas hacen que la compra no sea aconsejable, lo cierto es que hay otras que se pueden cancelar sin muchos problemas.

En GNDiario te explicamos todo lo que debes saber para evitar las cargas imprevistas al comprar una casa. 

¿Cómo podemos saber si una casa tiene cargas?

Lo primero que debes hacer si estás pensando en comprar una casa es acudir al Registro de la Propiedad, una institución pública destinada a crear titularidades en virtud de poder público y a la publicidad de la situación jurídica de los inmuebles, con la finalidad de proteger el tráfico jurídico.

Allí puedes solicitar una nota simple informativa sobre la casa que quieres comprar para saber si tiene cargas o no. Este documento, nos informará sobre la naturaleza de la finca (si es urbana, rústica, etc.); su descripción, la titularidad de la misma (ya sean personas físicas o jurídicas) y las cargas (si la vivienda tiene deudas, hipotecas o embargos).

Además, en el Registro de la Propiedad también puedes pedir un certificado de dominio y cargas. Este documento puede tener un contenido más amplio que el de la nota simple. Y puede incluir, si así se solicita y se justifica un interés en su conocimiento, la reproducción literal de las inscripciones, o información acerca del historial no vigente de la finca. Por ser un documento público, firmado por el registrador, la certificación permitirá acreditar en juicio, y frente a terceros, la libertad o gravámenes de una determinada finca.

Además de consultar si una casa tiene cargas en el Registro, el Colegio de Registradores aconseja que el vendedor suministre al comprador cierta documentación complementaria:

  • Copia autorizada de la escritura pública en la que se formalizó su adquisición, si se trata de viviendas de segunda mano.
  • Recibo del que resulte el pago de la última anualidad del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, es decir, de la antigua contribución urbana.

También tendremos que informarnos de si una casa tiene cargas si observamos los pagos a la comunidad de vecinos (gastos mensuales, derramas, etc.). Para esto podemos ir al presidente de la comunidad para que nos diga quién es el administrador y pedirle un certificado en el que conste que la vivienda que vamos a adquirir se halla al corriente en el pago de las cuotas de comunidad.

Cuáles son las cargas más habituales de una vivienda

Aunque existen otras cargas, las más habituales y que suelen dar más dolores de cabeza a los nuevos propietarios son las siguientes. 

  • Hipotecas. La hipoteca es la carga más común, ya que las viviendas suelen venderse antes de terminar de pagarla. Para evitar problemas con la hipoteca vigente, lo más habitual es que el vendedor cancele la hipoteca antes de vender el inmueble o que el comprador subrogue la hipoteca si las condiciones le son beneficiosas. 
  • Nota marginal de ejecución hipotecaria. Esta nota supone la ejecución de la hipoteca cuando ha habido impagos de la misma. Antes de comprar el inmueble, el comprador debe exigir que se cancele la ejecución hipotecaria. 
  • Usufructos y servidumbres. Estas cargas no afectan a la propiedad, pero sí al uso de la vivienda. Las más habituales son comprar una casa alquilada o con usufructo. Si compras una casa que está alquilada, deberás mantener el alquiler con las mismas condiciones con las que se firmó hasta que se acabe el contrato.
  • Anotaciones de embargos. Si el vendedor tiene deudas con terceros, sus bienes pueden servir para pagar la deuda tras un procedimiento judicial. Si estas deudas no se cancelan antes de la compra, se vincularán a los futuros propietarios. 
  • Cargas municipales. La carga municipal más habitual suele ser el impago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Si el nuevo propietario no comprueba esta carga antes de formalizar la compra, tendrá que asumir los pagos pendientes. Otro ejemplo de cargas municipales pueden ser las cargas urbanísticas. 
  • Plusvalía municipal e Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales. Si tampoco se han pagado, pasarán a ser una carga para el comprador si se originaron en los dos años anteriores a la venta. 
  • Deudas con empresas de suministros. Lo más común cuando se adquiere un inmueble es dar de baja los servicios del anterior propietario y que el nuevo contrate sus propios suministros. Si no se hace de esta forma y solo se cambia el nombre del titular, el comprador deberá hacerse cargo de las deudas existentes. 
  • Deudas con la comunidad de vecinos. Como en el caso anterior, si los antiguos propietarios acumulan cuotas impagadas o derramas pendientes de pago con la comunidad vecinal, estas deudas pasarán a ser del nuevo propietario. 

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