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El Partido Popular liderado por Pablo Casado, se prepara ya para septiembre iniciando una revolución en los puestos más significativos y de mayor presencia mediática.
Y es que, el presidente del PP, ha decido sustituir a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria por la figura de Cuca Gamarra, que actualmente ocupa el puesto de vicesecretaria de Política Sectorial del partido.
Así lo expone el partido en una nota en la que se argumentan estos cambios.
Casado realiza además otras modificaciones en su equipo directivo
Ana Pastor se une como vicesecretaria de Política Social; y José Luis Martínez-Almeida como portavoz nacional del Partido Popular. En este último caso, la popularidad y gestión del Alcalde de Madrid, ha ocasionado que Casado lo impulse hasta esta nueva ocupación nacional.
Estos cambios serán confirmados el próximo jueves en una reunión de la junta directiva del Partido Popular.
De este modo, se produce un cambio táctico de perfil
Los varones del partido criticaban a la portavoz en el parlamento y buscaban un cambio, sugerido además, por el presidente de Galicia, donde por su marcado discurso central en el que se viene evitando tensión y confrontación. La abrumadora mayoría de Feijóo en Galicia le legitima para aportar este tipo de propuestas a su partido nacional.
Cuando Casado le confirmó a Cayetana su posición dentro del Congreso, como portavoz del PP, ella comenzó a organizar su equipo con personas afines. Dentro del partido, hubo voces que no vieron adecuada la decisión y otras que tampoco apreciaron el equipo que Álvarez de Toledo estaba conformando. Las críticas empezaron a gestionarse desde ese momento y crecieron a medida en la que los varones regionales han tomado más fuerza por su confianza con el electorado y sus presiones hacia un tono moderado tomaba cada vez más fuerza.
Por el estilo en sus comparecencias, Álvarez de Toledo ha sido contestada internamente por muchos dirigentes del PP
Su estilo y autonomía de criterio, en ocasiones no asumía los argumentos del partido y tomaba los suyos propios; mientras que Casado la defendía en las reuniones más restringidas de la ejecutiva. La semana pasada se preguntó por este particular al vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, y respondió a los medios: “Cayetana Álvarez de Toledo es una magnífica portavoz”.
Por su parte, Casado ha agradecido a Cayetana Álvarez de Toledo su labor durante estas dos legislaturas al frente del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, y le ha manifestado su deseo de que siga contribuyendo al proyecto.
La portavoz ha convocado a los medios para comunicar su dimisión.
Álvarez de Toledo asegura que su destitución “no es buena” para el PP ni para España
La hasta ahora portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, lamentó su destitución en esa responsabilidad porque “no es bueno” para el grupo parlamentario, para el partido ni para España y reprochó a quien ha tomado esa decisión, el presidente del PP, Pablo Casado, que lamine un “pensamiento crítico” que no supone cuestionar su autoridad.
En una extensa comparecencia ante los medios de comunicación a la entrada del Congreso, Álvarez de Toledo explicó que este domingo Casado le pidió interrumpir sus vacaciones y reunirse con él en Madrid, encuentro de casi dos horas que han mantenido este lunes y en el que el presidente del PP le ha explicado los motivos de la destitución.
Pese a agradecer el “inmenso honor” de dirigir el Grupo Parlamentario Popular durante un año y su compromiso con una España de “ciudadanos libres e iguales”, juzgó “desdichadas” las razones expuestas por Casado para justificar su decisión, y dejó claro que no las comparte.
La principal de esas razones es que la entrevista concedida por ella a ‘El País’ supone un “ataque en toda regla a su autoridad en varios frentes”, de lo cual se desprende que, para Casado, la libertad de su portavoz es “incompatible con su autoridad”, una tesis que ella no comparte.
En su opinión, esa tesis implica “infravalorar la fuerza constructiva de la libertad y del pensamiento crítico”, y frente a ello defiende que la discrepancia no es sinónimo de deslealtad y que el pensamiento propio no es un ataque a la autoridad.
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