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Un preso de la cárcel de Asturias resucitaba cuando iban a proceder a su autopsia. Ahora reclama una indemnización.
Certificaron su muerte por error en la cárcel de Asturias el 7 de enero de 2018. Ahora, el resucitado reclama a la Secretaría general de Instituciones Penitenciarias una indemnización de 50.000 euros. El motivo: daños morales y perjuicios causados a él y a su familia.
Su abogado alega la falta de comprobación médica antes de certificar su muerte. Podrían haberle realizado un electrocardiograma antes de darlo por muerto, asegura el letrado.
Lo encontraron inmóvil, inconsciente, sin señales de respiración y muy frío. Eso mismo bastó para que el personal médico de la prisión certificase la muerte de uno de sus reclusos.
La resurrección
Justo en el momento en el que iba a procederse a su autopsia, el supuesto cadáver comenzó a emitir ronquidos y a moverse. El estupor del forense debió ser terrorífico.
Sin embargo, el personal allí presente decidió abrir la bolsa y pudieron ver al hombre "muy vivo" pero con dificultades para respirar. Lo trasladaron hasta el Hospital Universitario Central de Asturias, donde pudo recuperarse del susto.
Pero ahora, un año después de su errónea muerte, el protagonista pide 50.000 euros en concepto de indemnización. Los daños morales para él y su familia pudieron ser peores si llegaran a enterrarlo vivo.
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