El catarro sigue siendo el protagonista este invierno: ¿Por qué no desaparece del todo?

Probablemente ahora te encuentres en una situación similar. Los mocos, el dolor de garganta y la tos son los principales protagonistas durante estos meses. El problema llega cuando no somos capaces de librarnos del catarro, ya que parece que anclamos uno con otro.

Pero, ¿a qué se debe esto realmente?, ¿sigue existiendo la presencia del Covid en nuestras vidas?

El déficit inmunitario es la principal razón por la que tenemos este “catarro eterno”

El dolor de garganta, la tos y los mocos no pasan desapercibidos en estos últimos meses. Seguramente ahora estés pasando por un catarro que muchos denominan como “eterno”, ya que parece que nunca nos deshacemos de él.

Ante esta situación muchos se preguntan: ¿se trata de Covid?, ¿Por qué estoy moqueando cada dos por tres? ¿Se debe quizás a mi sistema inmunológico?

Pues bien, los expertos tienen la clave. El hecho de tener un catarro cada dos por tres se debe al déficit inmunitario que sufrimos toda la población desde que llegó la pandemia a nuestras vidas. Durante dos años no hemos tenido apenas contacto con otros virus y bacterias, lo que ha provocado que seamos muchos más sensibles a otros virus.

A esto se le suma que los virus tienen un efecto de descenso por efecto mecánico. De hecho, el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Lorenzo Armenteros, afirma que “lo que hacen los virus es inflamar la orofaringe y esa inflamación hace que las células que están en esa zona, que nos protegen de los virus, se separen, se inflamen y permitan penetrar otros virus u otras bacterias”.

Así, nuestra lucha inmunitaria y nuestras defensas se ven “perdidas” ante un catarro que parece no tener fin, ya que los virus penetran con mayor facilidad sobre nuestro organismo.

¿Qué virus persisten en nuestro entorno?

Tal y como se lleva viendo en estas últimas semanas, los virus más activos son el covid, la gripe (gripe A) y el virus respiratorio sincitial, los cuales causan infecciones respiratorias y resfriados bastante comunes. A esto se le suman la incidencia y gravedad del estreptococo del grupo A.

Los expertos aseguran que los casos de catarro siguen aumentando, por lo que las consultas respiratorias también. Además, los pacientes que acuden a consultan aseguran vivir un constipado tras otro, lo que no les permite hacer vida con tranquilidad.

Por otro lado, muchos expertos en la salud aseguran que la retirada de las mascarillas también desencadena el aumento de casos de resfriado, ya que gracias a ellas no solo nos defendíamos del coronavirus, sino también del resto de virus y bacterias.

A pesar de que no existe un número exacto de casos de gripe y virus, las administraciones sanitarias afirman un aumento de casos durante los meses de verano, algo que solía ser menos común en años anteriores.

Con esta situación, los médicos concluyen que no es que existan nuevos virus o bacterias, sino que la relajación de las medidas y nuestra reducción de inmunidad han provocado que suframos catarro más a menudo, además de que su duración sea aún intensa.