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Es muy habitual ir caminando por la calle y encontrarnos chicles pegados en el suelo, algo que supone un problema estético, pero también ambiental. Junto a la colilla de los cigarros, el chicle se ha convertido en el segundo residuo más común y dañino para el medio ambiente.
¿Qué contienen los chicles?
Los expertos esperan que el mercado mundial de los chicles crezca de forma constante y que para 2027, mueva unos 40 mil millones de euros. Este crecimiento está impulsado por las innovaciones del producto, sobre todo aquellas versiones nuevas que no contienen azúcar, por lo que se considera un aparato publicitario que no para de crecer.
Aunque parezca algo inofensivo, los ingredientes del chicle o goma de mascar son solubles e insolubles, por su goma base y por los componentes que le aportan el aroma. El resto de los ingredientes son solubles, como los edulcorantes, el azúcar y el jarabe de glucosa. Todo ello se suma a la preocupación del reciclaje y basura que se acumula en la calle y entorpece el mantenimiento del medio.
Por ello, es fundamental la colaboración de todos los consumidores, quienes no son conscientes del daño ambiental que provoca algo tan simple como “masticar el chicle” y el reciclaje de los chicles usados.
El chicle tarda en descomponerse entre 3 y 5 años
Los chicles ya se han convertido en una decoración más para nuestras calles e infraestructuras debido a la irresponsabilidad por parte del consumidor. A pesar de que consideremos que el chicle no tiene ningún impacto en nuestro entorno, dejarlos tirados por cualquier lado tiene un impacto visual, además de higiénico y medioambiental.
La limpieza para conseguir eliminar estas gomas de mascar supone una inversión económica muy grande, ya que se requiere de técnicas y maquinarias especializadas en ello. La necesidad de hacer una limpieza tan en profundidad se debe al tiempo de descomposición del chicle: entre 3 y 5 años.
Según los expertos, los chicles provocan problemas de higiene, ya que uno solo puede contener hasta 50.000 gérmenes. A ello se suma que, contra más tiempo pasa el chicle en la zona que se ha depositado, más la degrada. Esto puede suponer un peligro para animales y plantas.
¿Dónde puedo tirar los chicles?
A pesar de la insistencia por parte de la población, el chicle aún no cuenta con una zona específica para su reciclaje. Aun así, la diseñadora británica Anna Bullus, comenzó a reciclar goma de mascar para fabricar objetos al mismo tiempo que colaboraba con la limpieza de las calles de Reino Unido.
El descubrimiento de la británica surgió al descubrir que el principal ingrediente de las gomas de mascar es un tipo de polímetro similar al plástico, un material muy útil y versátil para otros productos.
Mientras tanto, si tú también quieres colaborar con hechos tan simples como reciclar tus chicle, envuélvelo en un papel o en su propio envoltorio y tíralo a la basura. Así mantendrás las calles de tu ciudad libre de residuos.
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