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¿Nunca te has preguntado por el color particular de los huevos de gallina? Sabes de sobra que hay unos que tienen un tono marrón y otros blanco.
Pero a esta duda si que podemos darle respuesta, porque no ocurre como con la duda que, sigue sin resolver, que si fue antes la gallina o el huevo.
Los huevos son un alimento básico, pero con el que podemos hacer muchas recetas ricas y sanas. No falta nunca en nuestra cocina, pues no hay nada más socorrido que una tortilla francesa o un rico revuelto de verduras o setas con huevo.
El caso, es que los consumidores tienen gustos particulares, pues algunos prefieren que estos alimentos sean ecológicos, grandes o pequeños o que tengan un color determinado.
Los huevos de aves tienen una amplia gama de colores
El caso, es que debemos aclarar que el color de la cáscara nos ayuda a diferenciar el contenido y la calidad de este producto. Y es que un estudio científico dice que los huevos de diferentes aves tienen una gran variedad de colores, que pasan del blanco puro, al marrón y al azul vibrante.
Centrándonos en los que producen las gallinas, la investigación destaca que su color marrón o blanco, depende de la genética del ave, de la raza o del cruce.
De forma general, los huevos suelen ser de color blanco, y van tomando color a medida que viajan por el oviducto de la gallina, es decir, por lo que sería su sistema reproductor.
Se entiende así que la pigmentación de los huevos es así por la deposición de diferentes compuestos químicos en la cáscara durante su formación, los cuales, a su vez, dependen de ciertos genes.
La investigación da nombre y apellidos a dos pigmentos principales, que son la protoporfirina y la biliverdina, ambos se sintetizan en una estructura denominada 'glándula de Shell' que tiene la gallina. Y las diferencias son las siguientes:
- Protoporfirina: Da esos colores marrones o de tonalidades más oscuras y rojizas.
- Biliverdina: cáscaras de tonos azul y verde.
El ambiente también influyen en los colores de la cáscara
El estudio también expone que el color de estos alimentos de origen animal, puede quedar influido por el ambiente en el que se desarrolla el ave.
La investigación revela que “las aves que anidan en hábitats expuestos y abiertos, donde la predación es más alta, tienden a poner huevos de colores más apagados, como el marrón o el verde, para camuflarlos mejor y reducir el riesgo de depredación”.
Asimismo, los investigadores detallan que “las aves que anidan en entornos más seguros y protegidos, como los huecos de los árboles, suelen poner huevos de colores más llamativos, como el azul o el blanco brillante, que pueden servir como señales visuales para reconocer sus propias crías y evitar la consanguinidad”.
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