El milano real, un ave que sufre desde el huevo los efectos de la sequía

La población de milano real en el Parque Nacional de Doñana se ve afectada por la sequía en el momento de nacer porque ello produce una reducción de un 40 % en el tamaño poblacional pronosticado y rebaja en 10 años el tiempo previsto para su extinción.

Así se desprende de un estudio realizado por un equipo científico de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, que ha examinado el efecto de la sequía natal y la actual sobre las tasas de supervivencia y reproducción, así como el comportamiento del milano real en Doñana.

El objetivo fue analizar el impacto de los extremos climáticos, no solo los que suceden en la actualidad, sino los experimentados en el pasado en las poblaciones animales.

Así afecta al nacer el milano real el cambio climático

“Teníamos varias preguntas que eran urgentes responder. ¿Cuál es el impacto combinado de los eventos climáticos extremos ocurridos en el momento de nacer y en la actualidad? ¿Es el clima extremo más perjudicial cuando se experimenta en la edad adulta o cuando se experimenta al nacer? ¿Un extremo climático natal socava la capacidad adulta para hacer frente a otro más adelante? ¿O lo predispone para afrontarlo mejor?”, explicó Fabrizio Sergio, investigador de la Estación Biológica de Doñana-CSIC y autor principal del estudio.

Según Sergio, estas son cuestiones importantes por resolver, y más considerando que los eventos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes en el futuro cercano, lo que aumenta la probabilidad de que los individuos experimenten estas dificultades tanto al nacer como de nuevo en etapas adultas.

El estudio se llevó a cabo sobre una muestra de unos 700 individuos durante tres décadas comprendidas entre 1989 y 2019, y de unos 1.200 eventos de nidificación.

En Doñana, los milanos reales están en peligro de extinción (apenas quedan unas 20 parejas) y dependen de la marisma -un gran humedal estacional- para alimentarse. En años de sequía, la marisma no se inunda y permanece básicamente seca, lo que convierte a todo el sistema en una estepa árida con escaso alimento para los milanos.

Julio Blas, investigador de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, sentenció que “la sequía reduce el éxito reproductivo y la supervivencia del milano real”. “Cuando la sequía se produjo en el mismo año de nacimiento, la probabilidad de supervivencia del individuo promedio disminuyó durante el resto de su vida”, añadió.

Por ejemplo, un individuo nacido durante un año normal mostró una esperanza de vida promedio de 10 años, mientras que las expectativas de vida de un milano nacido durante sequía eran de poco más de un año, insuficiente para generar descendencia.

Además, el equipo realizó un modelado de la dinámica poblacional del milano, el cual demostró que, si no se consideran las dificultades en el momento del nacimiento, se pueden generar pronósticos sobre el tamaño de la población y tendencias futuras irrealmente optimistas y sesgados.

Esto impediría tomar conciencia real sobre la gravedad de la situación de las especies amenazas y aplicar medidas de conservación con la urgencia necesaria

Por ejemplo, para el caso del milano real, considerar las sequías natales en los modelos provocó una disminución de un 40% en el tamaño de población pronosticado y una reducción de un 21% en el tiempo previsto para su extinción, lo que supone un adelanto en las fechas previstas de desaparición en más de una década.

Según Julio Blas, los previsibles aumentos en la frecuencia de las sequías “agudizarán un declive poblacional que ya es observable en esta especie y acortarán el tiempo que queda hasta su extinción, haciendo que las acciones encaminadas a su conservación futura sean hoy más urgentes que nunca".

Según Sergio, “la implicación de todo lo anterior es que el clima y el cambio global pueden estar erosionando las poblaciones del milano real de una manera más rápida y más severa a la que realmente se reconoce”.

Este investigador indicó que lo descubierto con el milano real, además de otras problemas ambientales, requieren de la aplicación de medidas de conservación más urgentes e intensivas. “En relación a muchos aspectos del cambio climático, es posible que nos estemos quedando sin tiempo para aplicar medidas. Esto puede estar sucediendo a una velocidad mucho más rápida de lo que comúnmente se cree”, concluyó.