El Parque Nacional de Doñana, completamente seco

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09/09/2022 - 11:43
Sequía extrema en Doñana

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La organización ecologista WWF exigió este martes a la Junta de Andalucía, al Gobierno central y al Ayuntamiento de Almonte que “reaccionen” ante la situación de Doñana y adopten “medidas urgentes” para proteger sus lagunas.

Entre otras peticiones, demandó al Miteco la puesta en marcha "urgente" de un plan de recuperación integral, el ‘Plan Doñana 2030’, con base científica e “implicación” de todas las administraciones con competencias y de la sociedad civil para “salvar las marismas, las lagunas peridunares y demás ecosistemas y especies ligados al agua”.

Doñana, uno de los humedales más importantes de Europa

Así lo reclamó el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, en un comunicado en el que recordó que es uno de los humedales más importantes de Europa y Patrimonio Mundial de la Humanidad y que “está viviendo un año funesto”, hasta el punto de que todas las lagunas del Parque Nacional se han secado, incluyendo las permanentes como Santa Olalla o la Dulce.

“Es inadmisible que mientras se llenan cientos de piscinas con agua del acuífero en Matalascañas, el Parque Nacional de Doñana se haya secado del todo”, sentenció, al tiempo que consideró “inaceptable” la “inacción” de las administraciones para proteger “uno de los humedales más importantes de Europa”. “Máxime, cuando España ha sido condenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea precisamente por este motivo y debe cumplir con la sentencia con carácter inmediato”, espetó.

En este sentido, advirtió de que se trata de “uno de los peores momentos de la historia para este ecosistema" y afirmó que es un hecho que solo ha ocurrido dos veces desde que se tienen registros, según denunció también la Estación Biológica de Doñana (EBD), el organismo público encargado de la investigación en el Parque Nacional.

A raíz de su información, técnicos de WWF visitaron la Reserva Biológica de Doñana, donde se encuentran las lagunas permanentes más importantes, y comprobaron que se encuentran “totalmente secas”.

“Santa Olalla, la última en secarse, solo cuenta con un pequeño charco al cual ya no acuden las aves y probablemente tampoco albergue peces o anfibios debido a su reducido tamaño”, lamentó la organización, que aseguró que otras lagunas temporales como el Charco del Toro o el Taraje “prácticamente se pueden considerar desaparecidas” y están, además, “invadidas” de vegetación, lo que, a su juicio, “hace más difícil su recuperación funcional”.

Tras puntualizar que la sequía de este año “es una de las causas” de esta situación, pero “no es la única y es posible que no sea la más relevante”, WWF subrayó que, según la EBD, la “más determinante” es el “pésimo” estado del acuífero de Doñana en esta zona, que confirman los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

El principal causante del mal estado del acuífero en esta zona sería, según indica la EBD, la extracción de agua para suministro doméstico, riego de jardines o piscinas en la urbanización de Matalascañas, situada a unos cuatro kilómetros de Santa Olalla y que pasa de unos 2.000 habitantes a más de 160.000 con picos de hasta 300.000 según datos de la CHG.

A esta situación se suma que este año, según datos de la EBD, solo el 5 % de la marisma se ha inundado, al tiempo que la “continua sobreexplotación” del acuífero y las aguas superficiales por la agricultura intensiva e industrial “está afectando” a zonas como Entremuros o el Caño del Guadiamar.

Un ecosistema riesgo inminente de desaparición

En este punto, WWF juzgó “más que urgente” que las administraciones implicadas adopten “de forma inmediata” las medidas necesarias para “proteger” los valores ambientales de Doñana, que, a su entender, se encuentran “en riesgo de desaparecer”.

En concreto, para “salvar de la extinción” a las lagunas peridunares de Doñana, ve necesario el “cierre inmediato” de los actuales pozos que abastecen Matalascañas y su “sustitución” por aguas superficiales y también aconseja la reubicación temporal de los pozos para “alejarlos” del Parque Nacional, la restricción “inmediata” de usos por parte del Ayuntamiento de Almonte en la urbanización turística y el inicio de acciones de restauración en el área de las lagunas peridunares.

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