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Existen maneras de conservar la vida de los alimentos de forma completamente natural, sin requerir de electricidad ni de comida repleta de conservantes artificiales.
El frigorífico no es la única forma de mantener los alimentos
Los refrigeradores domésticos no tienen más de 150 años desde que Charles Tellier comenzara a fabricar los primeros dispositivos para fabricar hielo en 1867.
Algunos alimentos ya no necesitan refrigerarse al estar impregnados de conservadores con dudosas consecuencias para la salud. Sin embargo, los alimentos naturales y aquellos cuya producción o procesamiento no incluyen altas dosis de conservadores requieren de ser conservados cuidadosamente para mantenerlos el tiempo suficiente hasta que los consumamos.
Un frigorífico no es el único método para mantener los alimentos. Ya sea porque no hay sitio suficiente en él, porque se estropeó o simplemente porque se opta por vivir sin uno de estos aparatos, existen maneras de alargar la vida de los alimentos de forma completamente natural, sin necesidad de electricidad ni de comida con conservantes artificiales.
Cuatro formas de conservar la vida de los alimentos
A continuación presentamos cuatro formas para conservar alimentos que podrían ayudar a liberar espacio en tu frigorífico o a mantener alimentos en viajes o expediciones.
Conservas
La primera recomendación, y la más obvia, para tener alimentos en casa que no necesiten permanecer en la nevera es comprar alimentos enlatados o en conservas, aunque también los podemos conservar nosotros mismos. Este es un método tradicional que a través de la cocción parcial se pueden eliminar bacterias y sellar alimentos para un consumo posterior.
Esta técnica generalmente es usada para alimentos que pueden ser conservados en jarabes de azúcar o salmueras como mermeladas, frutas en almíbar y vegetales que pueden ser tratados a través de salmuera como ají, zanahoria, coliflor, rábanos, entre otros. El primer paso es cocer los vegetales o frutas, meterlos un frasco estéril con tapa hermética y cerrarlo muy bien.
Disecado
Los hongos, moho y bacterias proliferan en ambientes húmedos, por lo tanto una buena forma de mantener alimentos es disecándolos completamente. Esta técnica requiere poca mano de obra. Podríamos decir que es una de las más fáciles y permite conservar vegetales por periodos muy largos.
Para realizar este método es aconsejable comprar un deshidratador de alimentos o usar un horno en temperatura baja, aunque esto puede tomar más tiempo de lo esperado. Los alimentos deshidratados, especialmente frutas, se puede comer de esta forma o se pueden rehidratar remojando en agua durante algunas horas.
Fermentado
La técnica de fermentación es similar a la de las conservas, aunque la diferencia radica en la salmuera ácida que es generada por bacterias inofensivas para el ser humano.
En este caso, la salmuera permite la fermentación controlada de la comida a través de bacterias anaerobias, que matan a las cepas potencialmente dañinas. Esta técnica es usada principalmente para encurtidos como el chucrut.
Curados en sal
La utilización de la sal para conservar las carnes se lleva haciendo desde la antigüedad. Este proceso permite crear un entorno donde las mayoría de los microorganismos no puede vivir, de forma que mantiene el alimento en buenas condiciones.
Otra técnicas muy conocida es el ahumado, pero no es del todo recomendable por los gases contaminantes nocivos para el ser humano y para el medio ambiente.
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